En las últimas dos décadas, la industria de los videojuegos ha ido ganando terreno en México hasta el punto de convertirse en una de las más lucrativas en el país. Con miles de jugadores de todas las edades, el mercado en este ámbito se ha incrementado e intensificado. Esto ha sido motivo para que el Partido Acción Nacional proponga en el Senado de la República un impuesto especial del 3% a la venta de consolas y videojuegos en México.
La senadora Xóchitl Gálvez ha sido la encargada de presentar la propuesta. En ella especificó que las ganancias que se recauden de este impuesto especial serán destinadas a los municipios para que puedan desarrollar centros deportivos enfocados a niños y adolescentes.
La legisladora ha descrito a los videojuegos de la siguiente forma:
“Un programa informático, aplicación o software que ha sido desarrollado con la finalidad de proporcionar entretenimiento a personas, de forma individual o colectiva. Se ejecuta en ordenadores, como computadoras de escritorio o laptops, así como en otros dispositivos electrónicos.”
Recientemente, la consultora The Competitive Intelligence Unit publicó un estudio donde afirma que las ventas de videojuegos y consolas en México han ascendido a 27 mil 32 millones de pesos. Esto representa un aumento del 9.1% en relación al 2018.
Por lo cual, con el impuesto se podría juntar una gran cantidad de dinero para hacer labor social. Aunque seguramente este aumento en los precios no dejará nada contento a los gamers del país.