El legendario skateboarder brasileño Sandro “Mineirinho” Dias volvió a hacer historia al conquistar un nuevo récord mundial en skate vertical. El múltiple campeón mundial descendió nada menos que 70 metros por la fachada del edificio Centro Administrativo Fernando Ferrari (CAFF), en Porto Alegre, que fue adaptado especialmente para convertirse en una gigantesca rampa vertical.
El evento, transmitido por Red Bull, marcó un antes y un después en la disciplina, colocando nuevamente a Brasil como protagonista del skate a nivel global. Mineirinho, de 49 años, es una de las figuras más emblemáticas de este deporte, seis veces campeón mundial de vertical y miembro del Skateboarding Hall of Fame en Estados Unidos.
Sandro Dias dropou 65m de skate na lateral de um prédio em Porto Alegre!!!pic.twitter.com/8nvRhcNCvp
— Surto Olímpico (@SurtoOlimpico) September 25, 2025
Para este reto, el patinador se preparó durante meses, combinando entrenamiento físico intenso con ensayos en rampas de gran tamaño para simular la fuerza y velocidad a la que se enfrentaría en el descenso real. El equipo técnico construyó una estructura especial que garantizara seguridad y estabilidad al momento de deslizarse por los 70 metros de altura, un equivalente a un edificio de más de 20 pisos.
La preparación incluyó cálculos de física, resistencia de materiales y pruebas de viento para asegurar que la tabla pudiera mantenerse estable durante todo el trayecto. Cada detalle, desde la inclinación de la superficie hasta la calidad del recubrimiento, fue diseñado para que Mineirinho pudiera ejecutar la hazaña con éxito.
La transmisión en vivo permitió que miles de aficionados alrededor del mundo presenciaran el descenso histórico, en el que el brasileño demostró nuevamente por qué es considerado una leyenda del skate. Al llegar a la base de la rampa improvisada, los aplausos y gritos de emoción confirmaron la magnitud de lo conseguido.
Con este récord, Sandro Dias no solo amplía su legado deportivo, sino que también inspira a nuevas generaciones de skaters a llevar la disciplina más allá de los límites convencionales, demostrando que la creatividad, la técnica y la valentía son capaces de transformar incluso la fachada de un edificio en un escenario de gloria.