Rafael “N”, mejor conocido como “El Niño de Oro”, regresó a la cárcel distrital de Cuautla por orden de un juez, luego de ser trasladado al CERESO Morelos debido a su peligrosidad, informó Miguel Ángel Urrutia Lozano, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Por lo anterior, destacó que se reforzó la vigilancia en el Centro de Reinserción Social de Cuautla, luego de que un juez ordenó el traslado de “El Niño de Oro”, un generador de violencia, detenido meses atrás en Atlatlahuacan y quien previamente fue recluido en el penal de alta seguridad de Atlacholoaya.
Miguel Ángel Urrutia Lozano, titular de la SSPC, informó que esta decisión judicial fue abordada en la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y la Seguridad, por las implicaciones que representa tener a un perfil de alto riesgo en un penal de mediana seguridad. En respuesta, se han desplegado operativos de seguridad adicionales, en los que se logró el decomiso de teléfonos celulares, y se mantiene un seguimiento puntual al interno reubicado.
“El seguimiento al penal de Cuautla se ha reforzado, porque estos generadores de violencia no deben estar en penales de mediana seguridad”, expresó Urrutia Lozano.
Asimismo, destacó que por primera vez durante esta administración se están judicializando los teléfonos celulares asegurados en Atlacholoaya, y se avanza en la elaboración de expedientes para fincar responsabilidades por el ingreso de estos dispositivos. Actualmente, dijo, persiste un vacío legal sobre si estos pueden ser decomisados cuando los portan funcionarios penitenciarios.
Paralelamente, Urrutia Lozano comentó que en Cuernavaca, apareció una manta en la que un grupo criminal se deslinda de delitos y acusa a otro grupo delictivo del robo de vehículos. “La mayoría de los nombres que aparecen ahí ya fueron detenidos en esta administración”, subrayó.
Finalmente, enfatizó que por instrucción de la gobernadora Margarita González Saravia se trabaja en la formación de una nueva generación de custodios acreditables, ante el rezago histórico en este rubro, que compromete la gobernabilidad de los centros penitenciarios en Morelos.
Marcela García / marcela.garcia@diariodemorelos.com