Luego de dos años sin celebraciones, el pueblo de Chipitlán volvió a celebrar su tradicional fiesta; tal y como marca la tradición, en mayo el chinelo brincó por las calles del poblado de Cuernavaca.
Cada 24 de mayo, las familias viven la verbena y la colorida caminata por las calles; el objetivo es pasar una tarde con la variedad de puestos, garnachas, el algodón de azúcar, y para los pequeños los juegos mecánicos en la feria que se arma.
En 2023 los lugareños prometen organizar en grande para la celebración de María Auxiliadora.
Por Enrique Valle / DDM