Desde hace dos años, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHM) ha solicitado formalmente a los presidentes municipales abstenerse de destinar recursos públicos para la realización de concursos de belleza, al considerar que estos eventos constituyen una forma de violencia simbólica, comunitaria e institucional contra niñas, adolescentes y mujeres.
La titular de la CDHM, Nadxieelii Carranco Lechuga, explicó que la resolución emitida por el organismo se fundamenta en la Constitución y en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, al señalar que este tipo de convocatorias discriminan por edad y sexo, además de reforzar estereotipos hegemónicos sobre el papel y la apariencia de las mujeres.
“Los concursos califican la belleza vinculada a criterios hegemónicos que imponen lo que se espera que seamos las mujeres. No son convocatorias abiertas a todas las edades ni a ambos sexos, y eso es una forma de exclusión”, indicó Carranco Lechuga.
La ombudsperson precisó que la recomendación no prohíbe la realización de certámenes, siempre y cuando no se utilicen recursos públicos y se garantice la participación libre y sin discriminación de todas las personas, independientemente de su género o edad.
Cabe recordar que la titular de la Secretaría de las Mujeres, Clarisa Gómez Manrique, respaldó el posicionamiento de la CDHM, al considerar que su objetivo coincide con el de la dependencia de proteger y garantizar los derechos de mujeres, niñas y adolescentes.
Carranco Lechuga señaló que, aunque varios ayuntamientos han acatado la resolución, otros han hecho caso omiso, incluso después de ser notificados.
Como ejemplo de una buena práctica mencionó el caso de Tepoztlán, donde el anterior presidente municipal defendió la realización de estos certámenes, mientras que el actual gobierno local encabezo por Perseo Quiroz Rendón ha decidido cancelarlos.
La CDHM reiteró su llamado a que, en el marco de las celebraciones patrias —cuando suelen organizarse estos eventos—, los municipios de Morelos se abstengan de financiarlos con recursos públicos y eviten reproducir prácticas que perpetúan la violencia simbólica contra las mujeres.
Marcela García / marcela.garcia@diariodemorelos.com