SE REACTIVA el fuego nada-amigo contra el fiscal general de justicia Uriel Carmona, con el argumento personalizado de que no da el ancho en la lucha contra la inseguridad, por tanto recibe amenaza de remoción.
Se observa personalizado el tiro, porque desde el legislativo se omite en ese lance contra el fiscal la responsabilidad previa que corresponde para el caso a la Comisión Estatal de Seguridad. De ahí, ni hablar…
El nuevo arranque contra Carmona Gándara por la falta de resultados contundentes provoca una pregunta natural ¿deberán ser removidos por iguales argumentos al menos 20 fiscales de otras entidades del país?
POR CIERTO, donde el Congreso se anotaría tres puntos es en los artículos 51 y 53 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Morelos, para acabar con todo tipo de especulaciones.
Por el momento son más largos y detallados esos artículos de la ley de marras que lo que la misma legislatura ha “subido” en su sitio web, donde vendría bien, digamos, conocer la agenda legislativa, órdenes del día…
Claro, seguro más de dos-tres ciudadanos le aplaudirían a rabiar a los diputados si colocaran en su página electrónica actas, acuerdos, listas de asistencia, votación de comisiones y comités, sentido de votos, etc.
EN LA LÍNEA, si bien avanza el proceso para echar abajo lo que legalmente deba ser sobre las jubilaciones presuntamente ilegales para burócratas de Morelos, no es menos importante quiénes lo avalaron.
Además, no es tanto si los montos de tales pensiones justifican la calificación de “doradas”, como se les ha generalizado, sino la forma en que se les dio luz verde, es decir la “colusión” sobre la “comisión”.
Si los diputados de la anterior legislatura aprobaron esas jubilaciones calificando los documentos de soporte “de buena fe” sería terrible y caldo de cultivo a más fraudes; de lo contrario, deberán responder.
ES AHÍ donde se perfilan como responsables algunos diputados de la anterior LIII Legislativa, como Hortencia Figueroa, quien además carga con señalamientos por el “remate” de vehículos oficiales y otras linduras.
Por E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1