Entró al Top Diez de Netflix de la noche a la mañana. Pálpito llegó a sorprender. La producción colombiana / venezolana parte de una compleja pero emocionante premisa: ¿Estarías dispuesto a hacer algo inmoral, cruel y homicida por amor? Ésta y otras preguntas similares se abordan en la serie.
La trama se centra alrededor de Camila (Ana Lucía Domínguez), una joven fotógrafa que sufre de una compleja enfermedad cardiaca, que le asegura poco tiempo de vida. Desesperado para encontrar una solución, Zacarías (Sebastían Martínez), el esposo de la joven, recurre al turbio mundo del tráfico de órganos para conseguir una segunda oportunidad para Camila. Eso llevará que sus caminos se entrecrucen con la familia de los Duque; una vez que Valeria, la esposa, es secuestrada y asesinada para que su corazón sea trasplantado a Camila. Pero Simón, el esposo de Valeria, no se queda de brazos cruzados; y toda la serie se enfoca en el complejo recorrido que toma en busca de la verdad sobre la muerte y justicia para su esposa.
¿Por qué ver la serie?
Esta serie llega a ser tan popular por la fortaleza de los personajes. No solamente son actuados magníficamente por un elenco de estrellas, sino el guión hace lo necesario para mostrar todas las facetas de sus personalidades. Fue escrito para ser complejos, en lugar de ser simplemente “simpáticos” para la audiencia. Llegan a tomar decisiones equívocas con grandes consecuencias, pero la serie es inteligente al querer mostrarte todos los puntos de vista, para que podamos comprender mejor sus decisiones y el contexto en el que las toman. Incluso el “villano principal”, por así decirlo, que es Zacarías, puede ser entendido, pero no justificado.
Otro elemento que la serie destaca es la idea de una segunda vida. Si un corazón puede trasplantar también los viejos sentimientos al nuevo cuerpo.
Camila se siente atrapada entre dos personas, ella y Valeria, y duda de sus crecientes sentimientos al conocer a Simón. ¿Es ella quien se está enamorando de él, o es Valeria influyéndola desde el más allá?