Este martes, el gobierno de México inició el despliegue de 10,000 efectivos de la Guardia Nacional y el Ejército hacia la frontera norte del país, como parte del acuerdo alcanzado con Estados Unidos para frenar, al menos por un mes, el aumento de aranceles a productos mexicanos. La medida busca reforzar la seguridad en la región y cumplir con los compromisos establecidos con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.
El Operativo Frontera Norte
El despliegue, denominado Operativo Frontera Norte, tiene como objetivo principal detener el flujo de fentanilo, otras drogas y la migración irregular hacia Estados Unidos, así como evitar la introducción de armamento procedente del país vecino, según informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La movilización de tropas comenzó el 3 de febrero, con el despegue de aviones de la Fuerza Aérea Mexicana desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con destino a Campeche, mientras que dos Boeing 727 de la Guardia Nacional partieron desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hacia Mérida, Yucatán, y Cancún, Quintana Roo.
A partir de las 6:00 horas del 4 de febrero, 990 agentes de la Guardia Nacional se trasladaron en avión desde el sur del país hacia ciudades fronterizas como Tijuana, Baja California; Sonoyta, Sonora; y Matamoros, Tamaulipas. Además, se desplegaron 6,310 agentes provenientes de diversas coordinaciones estatales, quienes se movilizaron por tierra hacia localidades como Tecate, Mexicali, Agua Prieta, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Reynosa, entre otras.
Sheinbaum asegura que el despliegue no compromete la seguridad del resto del país
La Presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el despliegue de efectivos hacia la frontera norte no dejará desprotegidas otras regiones del país. "Es un despliegue que no deja sin seguridad al resto del país. No es que estemos dejando descubiertos los estados de la República, ni mucho menos, es una reorientación de las fuerzas", declaró durante su conferencia matutina.
Sheinbaum explicó que los elementos movilizados provienen de regiones del sur o de zonas con menores problemas de seguridad, lo que permite reasignar recursos sin afectar la cobertura en otras áreas.
Antecedentes: presión de Trump y acuerdos previos
Este no es el primer despliegue masivo de tropas mexicanas en respuesta a las demandas de Estados Unidos. En 2019, durante su primer mandato, Trump amenazó con imponer aranceles a productos mexicanos si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no contenía la migración en la frontera sur. En aquel entonces, México envió alrededor de 6,000 efectivos a la frontera con Guatemala.
En 2023, Trump presumió ante sus simpatizantes cómo logró que el gobierno mexicano "cediera" y enviara miles de soldados a la frontera. Esta vez, el acuerdo entre ambos países ha evitado, por el momento, un aumento de aranceles que podría haber afectado significativamente la economía mexicana.
El papel de la Guardia Nacional y el Ejército
La Guardia Nacional, creada en 2019, ha jugado un papel central en la estrategia de seguridad del gobierno mexicano. Su despliegue en la frontera norte no solo busca cumplir con los compromisos internacionales, sino también fortalecer la presencia del Estado en una región clave para el comercio y la seguridad nacional.
Por su parte, el Ejército ha sido fundamental en la logística del operativo, coordinando el traslado de tropas y equipos desde distintas partes del país. La Sedena informó que en el Campo Militar No. 1-A, en Ciudad de México, se concentraron 2,700 elementos de unidades militares provenientes de Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Puebla y Veracruz, quienes partieron por tierra hacia la frontera norte.
Implicaciones y próximos pasos
El despliegue de tropas en la frontera norte representa un esfuerzo significativo por parte del gobierno mexicano para mantener una relación estable con Estados Unidos, especialmente en un contexto de creciente tensión migratoria y comercial. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de coordinación, logística y capacidad operativa.
Mientras tanto, el gobierno de Sheinbaum ha reiterado su compromiso de garantizar la seguridad en todo el territorio nacional, asegurando que el operativo no compromete la protección de otras regiones. El éxito de esta estrategia dependerá, en gran medida, de la capacidad de las fuerzas federales para cumplir con sus objetivos sin descuidar otras áreas prioritarias.
Con el reloj en marcha y un mes de plazo para demostrar resultados, México enfrenta una prueba crucial en su relación con Estados Unidos y en su capacidad para gestionar los desafíos de seguridad en la frontera norte.