Las intensas lluvias que azotan gran parte del país en los últimos días han dejado al menos 37 personas fallecidas y severas afectaciones en más de un centenar de municipios, principalmente en Veracruz, Hidalgo, Puebla y Querétaro, de acuerdo con el último reporte de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC).
El fenómeno ha provocado derrumbes, inundaciones, cortes carreteros y daños en viviendas, lo que ha obligado a activar los planes de emergencia DN-III-E y Plan Marina en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y autoridades estatales.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado cinco muertes en Veracruz, una en Querétaro, nueve en Puebla y 22 en Hidalgo, además de miles de familias desplazadas.
En Veracruz, se reportan 55 municipios con daños, más de 16 mil viviendas afectadas y 42 comunidades incomunicadas. Elementos del Ejército y la Guardia Nacional realizan labores de rescate, mientras que la CFE trabaja para restablecer el servicio eléctrico a más de 130 mil usuarios.
En Puebla, la cifra preliminar asciende a 16 mil viviendas dañadas y 83 derrumbes en distintas regiones. El Plan DN-III-E se mantiene activo, con la instalación de 83 refugios temporales y el despliegue de cuadrillas para restablecer caminos y energía eléctrica.
En Hidalgo, donde se concentra el mayor número de víctimas, se han registrado 190 deslaves, 150 comunidades incomunicadas y daños en 308 escuelas y 59 centros de salud. Las autoridades mantienen habilitados centros de acopio y refugios temporales para los damnificados.
Por su parte, Querétaro reporta 147 viviendas dañadas y 5 comunidades sin acceso temporal. En los municipios de Jalpan de Serra y Arroyo Seco se habilitaron albergues y se continúa con labores de limpieza y abanderamiento preventivo.
Aunque Morelos no figura entre las entidades con mayores daños, Protección Civil estatal mantiene vigilancia permanente ante el pronóstico de lluvias fuertes para las próximas horas, especialmente en zonas de barranca y alta pendiente.
Las autoridades federales y locales hacen un llamado a la población a no cruzar cauces crecidos, evitar caminos inundados y mantenerse informada a través de los canales oficiales.