Después de las festividades de diciembre y los múltiples encuentros sociales, es común que al comenzar enero aumenten ciertos problemas de salud relacionados con los excesos de comida, bebida y cambios en los hábitos cotidianos, advierten especialistas en salud.
1. Infecciones respiratorias
Las festividades suelen coincidir con la temporada invernal, cuando virus respiratorios como influenza o resfriados circulan con mayor intensidad. La convivencia cercana con familiares y amigos facilita la transmisión de estos agentes patógenos, provocando aumentos en resfriados, bronquitis y otras afecciones respiratorias al regresar a la rutina diaria.
2. Molestias musculares y posturales
El descanso irregular, las largas jornadas de actividades sociales y las posturas forzadas durante reuniones o viajes pueden generar dolor de espalda y contracturas musculares. Estas dolencias, aunque no graves, son comunes en los días posteriores a las vacaciones.
3. Problemas estomacales
El abuso de alimentos altos en grasa, picantes o poco conocidos, así como la ingesta excesiva de alcohol, puede desencadenar malestares gastrointestinales. Entre ellos están la indigestión, acidez y, en casos de ingesta de alimentos en mal estado, gastroenteritis o intoxicaciones alimentarias.
4. Deshidratación y resaca
Después de varias celebraciones con consumo de bebidas alcohólicas, es frecuente que las personas experimenten deshidratación, dolor de cabeza y malestar general, signos habituales de la resaca que se agudizan por la falta de hidratación y sueño.
5. Afecciones del corazón relacionadas con excesos
El consumo elevado de alcohol junto con comidas abundantes no solo afecta el estómago: también puede alterar el ritmo cardíaco y la presión arterial. Un ejemplo es el llamado holiday heart syndrome, un trastorno transitorio de arritmia que puede presentarse tras episodios de consumo excesivo de alcohol durante las celebraciones. Este tipo de alteración, aunque suele ser temporal, puede causar palpitaciones, malestar torácico y fatiga.
