La nueva película animada que, tras su estreno en junio por Netflix, se ha convertido rápidamente en un fenómeno global.
La cinta ya ocupa el segundo lugar en el ranking de producciones más vistas de la plataforma, consolidando al K-pop como una fuerza imparable en el entretenimiento internacional.
Lo que comenzó como un proyecto modesto de Columbia Pictures y Sony Animation terminó por sorprender a la industria del streaming, cautivando a millones de espectadores sin una campaña publicitaria masiva. Su fórmula, una combinación de historia dinámica, música original y coreografías vibrantes, ha sido clave en su éxito. Protagonizada por tres heroínas digitales —Rumi, Mira y Zoey—, la película ha conectado con una audiencia joven y global, generando una ola viral en redes sociales.
Frente a este inesperado triunfo, Netflix y Sony no han tardado en reaccionar. Ya están en marcha dos secuelas que completarán una trilogía animada, y también se explora la posibilidad de llevar la historia al formato live-action, siguiendo la estela de otras franquicias exitosas que han migrado de la animación a la acción real.
Pero la ambición va más allá. Entre los proyectos en evaluación está la transformación de Las guerreras K-pop en un musical, apuntando directamente al circuito de Broadway. La energía de sus ritmos y coreografías parecería hecha a medida para escenarios teatrales, lo que podría abrir la puerta a conciertos en vivo y giras internacionales, consolidando el fenómeno como una experiencia multimedia.
Aunque todavía no se han confirmado fechas de estreno ni detalles sobre el elenco de las futuras adaptaciones, una cosa es clara: Las guerreras K-pop ha superado todas las expectativas y se perfila como la nueva joya de la corona en el universo del entretenimiento. Con este impulso, Netflix y Sony parecen decididos a convertir esta saga en una franquicia global que mantendrá vivo el furor del K-pop por mucho tiempo más.