En el 60% de los juicios por guarda y custodia promovidos en juzgados locales, en los que se presume la existencia de violencia vicaria, las madres no viven, ni son de Morelos.
De acuerdo con Jazmín Lázaro González, vicepresidenta de la asociación civil “Artistas Legales” y abogada feminista, el Estado se ha convertido en refugio de violentadores de mujeres, quienes, tras separar a los hijos de sus madres, se trasladan con ellos a esta entidad.
Puntualizó que su labor de representante legal de mujeres que buscan recuperar a sus hijos, reclamando la guarda custodia ante tribunales, le ha permitido identificar este patrón de conducta.
Los padres de los niños los traen a Morelos con el objetivo de que la lucha legal de la madre sea más difícil, al no contar con la red social de apoyo que tendría en su entorno habitual.
“Con esta recopilación de datos estamos trabajando en la elaboración de perfiles victimológicos, no solo de mujeres, sino también de las infancias, para darnos cuenta de algunos patrones y este es uno de ellos, que los agresores sustraen a sus hijas e hijos y los llevan a otros estados”, explicó la abogada.
Esto es así, “porque dentro de la violencia doméstica, el aislamiento es un patrón repetitivo por parte del agresor, y estos casos es importante para ellos, dejarlas sin redes de apoyo para seguirlas sometiendo, abundó.
La estadística, en relación a los casos en los que se reclama que hay violencia vicaria, Lázaro González puntualizó que en el 60%, las madres no son de Morelos, ni viven aquí.
Esto implica para ellas inestabilidad económica, por la pérdida de sus trabajos, y las deja más vulnerables para mantenerse en la lucha legal por sus hijos.
Asimismo, aclaró que algunos de los agresores son del Estado y por eso vienen a refugiarse aquí, pero la mayoría tampoco viven o vivían acá, y claramente lo hacen para causarle más daño a sus ex parejas.