La autenticidad es la alineación de la cabeza, la boca,
el corazón y los pies, de manera constante.
Lance Secretan,
escritor y coach de liderazgo.
Porque es hombre de palabra –de altos decibles incluso charlando en corto-, llama la atención que Fidel Demédicis Hidalgo se ostentara con preparación de licenciatura en Ciencias Políticas cuando era senador (2012-2018).
También, que hombre sin dobleces como se le ha presumido, en un momento se haya promocionado como pueblo-pueblo, y en paralelo se mostrara como socio de un exclusivo club social y deportivo.
Más aún, que ponderado como hombre de una línea, lo mismo haya brincado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a las simpatías con el Partido del Trabajo, al Partido Movimiento de Regeneración Nacional, a la figura de “independiente” y ahora al partido personal Futuro –por un Morelos para todos- Trabajo y Unidad por el Rescate Oportuno de Morelos (ufff, pausa para respirar).
Aparte de que la SEP no cuenta con el registro de la cédula profesional de don Fidel, un asomo a los archivos de la Facultad de Ciencias Política y Sociales de la UNAM de 1984 a 1989 no muestra calificaciones en materias sobre teóricos y escuelas de la ciencia política o regímenes políticos, formas de gobierno y órdenes jurídicos de nuestro sistema político, por ejemplo.
La autenticidad de Demédicis Hidalgo también queda mala parada al recordarse dos momentos de su trayectoria: allá a finales de 2018 se mandó con un video trepado a Youtube donde aparecía en medio de una nopalera cantando “Qué bonito amor” –por ponerle verbo al hecho-.
Entre pelada y mordida de nopal –se espinó-, también decía sincerote: “¡Mi querido pueblo… ay, ay, ay, no hay amor más bonito que del pueblo!”, nada qué ver con el hombre que en camioneta nada modesta frecuentaba el Club Coral del fraccionamiento Las Brisas, de Temixco.
De otro terreno, allá queda en los anales periodísticos, entre verdad sepultada y leyenda urbana, el estreno de su diputación local LI 2009-2012 (antes fue parte de la XLIX 2003-2006) en el estacionamiento de un centro comercial.
Se reportó en aquella noche que don Fidel fue sorprendido por la lámpara de la justicia jugueteando con una dama en el interior de un vehículo automotor. Se trataba de un asunto que podría entenderse como privado, pero se daba en un espacio público con un servidor público.
¿FUTURO, UN SATÉLITE LOPEZOBRADORISTA?
En lo político-electoral, puede inferirse que la organización Futuro (y todo lo demás) hoy está tomando postura de partido satélite o exoplaneta del Movimiento de Regeneración Nacional, a la luz de la fidelidad que ha mostrado don Fidel al liderazgo “cuatroteista”.
Al separarse del PRD en 2017, tras unos 22 años de militancia, Demédicis Hidalgo decía “…yo ya no voy a estar en esa cueva de Alí Babá y sus 40 ladrones”; se sumaba a la partida de senadores que encabezados por el hoy gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, corrían al cobijo de López Obrador.
Si no fuera porque está consignado en la página 11 de la Plataforma Electoral Legislativa del Partido Futuro –al final del legajo como “Plataforma Política”-, diríase que el siguiente fragmento corresponde a los principios ideológicos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena):
“Lucha sin Cuartel contra la Corrupción. La corrupción es un mal endémico que ha invadido todas las esferas de la administración pública municipal (…) al amparo de esta y de la impunidad, el dinero que debería destinarse para resolver los problemas del pueblo, se usa para otros fines ajenos a los que debería destinarse, gastos superfluos, gastos innecesarios, desvío de recursos para enriquecimiento ilícito, entre otros.”
A 17 días de las elecciones, Fidel Demédicis Hidalgo, con todo y sus inconsistencias, va por la vía menos insegura, la primera posición plurinominal, para sentarse por tercera ocasión en una curul local, pero también con la probabilidad de esfumarse su Futuro, partido político, de no lograr al menos el 3 por ciento de la votación efectiva en la jornada comicial ya muy próxima.
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