Manuel Bartlett ha decidido romper una promesa de su jefe, el presidente López Obrador. ¿Le habrá pedido autorización o se habrá ido por la libre?:
La Comisión Federal de Electricidad que dirige ha anunciado que endeudará al gobierno. Y lo hará usando un esquema que cuando se implementó muchos de los que están hoy en Morena consideraron que se trataba de una maniobra oscura, tramposa y manipuladora del neoliberalismo para endeudar más a México por debajo de la mesa.
Un poco de historia. En medio de la crisis de 1994-95, el gobierno en quiebra del presidente Ernesto Zedillo decidió inventar los Proyectos de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público (Pidiregas). Para entenderlos fácilmente, era como un crédito en abonos chiquitos, pero para grandes obras de infraestructura: la empresa privada invertía en un gran proyecto y cuando lo terminaba, se lo entregaba a Pemex o a la CFE, y se lo iba cobrando poco a poco.
Al principio, dicha figura de financiamiento fue muy poco transparente y solo algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda conocían de su existencia y funcionamiento. Tiempo después, su uso comenzó a extenderse y su monto a crecer de forma tal que el gobierno se vio en la necesidad de transparentarlo. El objetivo del esquema en su origen era generar proyectos de inversión rentables sin ocasionar presiones al gasto ni endeudar a las empresas paraestatales. Era una maniobra contable. La ventaja del esquema sin duda es que a corto plazo las obligaciones financieras del gobierno son pocas o nulas hasta que entran en operación los proyectos. Hay que desembolsar poco en el primer momento. Sin embargo, constituyen una obligación de pago: son deuda. La garantía de pago era soberana: el gobierno respaldaba el pago. Esto no es otra cosa más que deuda pública.
El problema de abusar de los Pidiregas es el de abusar de los abonos chiquitos: comprar una televisión a plazos no es bronca, lo grave es cuando además se deben en el mismo esquema el coche, la estufa, la lavadora y la plancha, se tiene el mismo sueldo y encima hay que pagar la escuela, la renta y la comida.
El pasado 25 de abril de 2019 en la sesión 30 Ordinaria del Consejo de Administración de la CFE se presentó el “Plan de expansión de la infraestructura de generación” con la estrategia para incrementar la capacidad de generación de energía de la CFE, la cartera de proyectos asociada y los esquemas de financiamiento propuestos al respecto. La buena noticia es que desde la CFE se reconoce la necesidad de apuntalar la capacidad de generación de energía eléctrica en México a partir de proyectos de infraestructura. La mala noticia es que se propone hacerlo a través de Pidiregas.
La iniciativa privada había manifestado su disposición a solucionar, a través de esquemas de subasta, el déficit de energía eléctrica a corto plazo. Pero para no parecerse a sus adversarios neoliberales del pasado reciente, en la 4T optaron por parecerse a sus adversarios neoliberales del pasado remoto.
Bueno, Bartlett en la época de los Pidiregas era del partido en el gobierno. Y claro, que no le digan que no le cuenten, esto es más deuda para el gobierno.

Por: Carlos Loret de Mola A. / carlosloret@yahoo.com.mx

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