En redes sociales circula un video que ha provocado malestar entre habitantes y artesanos locales: en la calle Hidalgo, dentro del Centro Histórico de esta ciudad, se observa una de las grandes calaveras instaladas por el municipio con motivo del Día de Muertos, la cual portaría una etiqueta con la leyenda “HECHO EN CHINA”.
La grabación, difundida por un periodista, presenta a la persona que graba comentando burlonamente que “la calaca que puso el gobierno oaxaqueño, claramente comprada… y hecha en China”. Al pie de la publicación, la propia Ramales plantea la interrogante de si un funcionario local habría autorizado la decoración comprada en el extranjero o si alguien ajeno a la administración habría pegado la etiqueta con fines de burla.
Hasta el momento no se ha emitido algún pronunciamiento por parte de las autoridades estatales o municipales que aclare la procedencia de la pieza decorativa.
De comprobarse que la estructura fue importada, los cuestionamientos giran hacia la aparente falta de respaldo al talento artesanal oaxaqueño —tradicionalmente reconocido y distintivo de la festividad— y hacia lo que algunos analistas describen como una “desconexión simbólica” con la identidad cultural del estado.
En redes, comentarios de usuarios reflejan el sentir de la comunidad:
“Y mientras los artesanos y creadores oaxaqueños relegados al olvido.”
“Les salió más vara y se agarran una feria de paso.”
“Además tienen mal gusto y desorientación cultural oaxaqueña.”
Algunos incluso ironizan que el gobierno local haya comprado esta calavera como si fuera un producto de importación masiva, cuestionando el gusto y la representación visual de una tradición tan arraigada.
La polémica plantea una cuestión más amplia: ¿está desplazándose la producción artesanal local, en favor de decoraciones importadas de menor costo? En este sentido, la falta de transparencia acerca de los procesos de contratación y suministro ha intensificado la molestia entre diversos sectores.