Cuernavaca, Morelos.- Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) engloban más de dos tercios de la totalidad del empleo en el mundo y generan la mayor parte de los nuevos puestos de trabajo. Pese a ello, se enfrentan con importantes desafíos en lo que concierne a condiciones de trabajo, productividad y nivel de informalidad de sus actividades.
De acuerdo a la OIT estas organizaciones en numerosos países más de 90% de la totalidad forman parte de las micro, pequeñas y medianas empresas, y gran parte se sitúa en la categoría de microempresas, con menos de 10 trabajadores.
La actividad de las mipymes, sumada a la de los trabajadores por su cuenta, alcanza una tasa de 70% del empleo mundial. México, explica Gerardo González Chávez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, no es la excepción. Con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (abril de 2022), la población económicamente activa (PEA) fue de 59.5 millones, con una tasa de participación de 60.1%.
De ellas, en los micronegocios estuvieron empleadas 23.5 millones de personas; en los pequeños establecimientos, 8.3 millones, y en los medianos, 5.7 millones. “Esa es la importancia de esas empresas para la economía del país”.
Según la OIT, las mipymes son motores del crecimiento económico y el desarrollo social. Tienden a contratar a quienes tienen menos oportunidad de encontrar trabajo: jóvenes, personas de edad y los menos calificados.
Con motivo del Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas, establecido el 27 de junio por la ONU “para concienciar acerca de su contribución al desarrollo sostenible y la economía global”, Gerardo González asegura que buena parte del empleo de estas organizaciones se lleva a cabo en la informalidad.
Las mipymes han sido las principales generadoras de empleos, pero también –de acuerdo a INEGI– son las más precarias, ya que 6 de cada 10 trabajadores ocupados están excluidos de la seguridad social.
Por: Redacción ddm
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