Lo que parecía imposible se volvió realidad en un quirófano de Londres. Denise Bacon, una mujer británica diagnosticada con Parkinson, tocó el clarinete mientras neurocirujanos le realizaban una compleja operación cerebral.
El inusual momento ocurrió en el King’s College Hospital, donde especialistas le practicaron una estimulación cerebral profunda (DBS), un procedimiento que consiste en implantar electrodos en el cerebro para reducir los temblores y la rigidez causados por el Parkinson.
Durante la cirugía, los médicos mantuvieron a Denise despierta para monitorear en tiempo real la eficacia del tratamiento. Tocando su clarinete, los expertos podían observar cómo su coordinación y control motriz mejoraban con cada impulso eléctrico.
“Fue increíble. Sentí cómo mis dedos se movían con más facilidad mientras tocaba”, relató Denise con emoción, al notar que podía volver a interpretar melodías que había abandonado por su enfermedad.
El neurocirujano Keyoumars Ashkan, líder del equipo médico, explicó que la música fue una herramienta clave para medir el éxito de la intervención:
“Verla tocar nos permitió confirmar que los electrodos estaban colocados en la zona correcta del cerebro. Su mejoría fue inmediata.”
El video del procedimiento se hizo viral tras ser compartido por el hospital, mostrando a Denise tocando con serenidad en medio del quirófano, rodeada de médicos y monitores.
Hoy, además de haber recuperado parte de su movilidad, Denise ha vuelto a disfrutar actividades como nadar y bailar.
Su historia se ha convertido en un ejemplo de esperanza y en una demostración de cómo la ciencia y la música pueden unirse —literalmente— para devolver calidad de vida.
