Después de 13 temporadas inolvidables, Luka Modric se despide del Real Madrid. El mediocampista croata, pieza clave en la era más exitosa del club en el siglo XXI, jugará su último partido en el Santiago Bernabéu frente a la Real Sociedad. Lo anunció con una emotiva carta publicada en sus redes sociales, cerrando así un ciclo lleno de títulos, ovaciones y momentos mágicos.

Desde su llegada en 2012, Modric fue mucho más que un gran fichaje: se convirtió en el alma del equipo. Seis Champions League, cuatro Ligas y un Balón de Oro son apenas una parte de su palmarés. Lo que realmente lo hizo eterno en la memoria madridista fue su fútbol elegante, su visión prodigiosa y su entrega incansable.

Aunque quería quedarse una temporada más, el club ha decidido no renovarlo como parte del nuevo proyecto enfocado en una renovación generacional. A sus 39 años, Modric aún mostraba destellos de genialidad, pero el Real Madrid apuesta por el relevo, despidiendo al croata con todos los honores.

En su carta de despedida, Modric agradece a la institución, a sus compañeros y a los aficionados. Reconoce que su paso por el club cambió su vida y que el cariño de la afición ha sido su mayor recompensa. Asegura que se va con el corazón lleno y que siempre será madridista.

“Ha llegado el momento. El momento que nunca quise que llegara, pero así es el fútbol, y en la vida todo tiene un principio y un final… El sábado jugaré mi último partido en el Santiago Bernabéu.
Llegué en 2012 con la ilusión de vestir la camiseta del mejor equipo del mundo y con la ambición de hacer cosas grandes, pero no me podía imaginar lo que vino después.
Jugar en el Real Madrid me cambió la vida como futbolista y como persona.
Me siento orgulloso de haber formado parte de una de las épocas más exitosas del mejor club de la historia.
Quiero dar las gracias de corazón al club, especialmente al presidente Florentino Pérez, a mis compañeros, entrenadores y a toda la gente que me ha ayudado durante todo este tiempo.
A lo largo de estos años he vivido momentos increíbles, remontadas que parecían imposibles, finales, celebraciones y noches mágicas en el Bernabéu… Lo hemos ganado todo y he sido muy feliz. Muy, muy feliz.
Pero más allá de los títulos y las victorias, me llevo en el corazón el cariño de todos los madridistas. De verdad que no sé cómo explicar la conexión tan especial que tengo con vosotros y lo apoyado, respetado y querido que me he sentido y me siento.
Me voy con el corazón lleno. Lleno de orgullo, de gratitud y de recuerdos imborrables.
Y aunque, tras el Mundial de Clubes, ya no vaya a vestir más esta camiseta sobre el césped, yo siempre seré madridista.
Nos volveremos a ver. El Real Madrid siempre será mi casa. Para toda la vida.
Hala Madrid y Nada Más.
Luka Modric"

Con su salida se cierra también una era irrepetible: el mítico tridente Casemiro-Kroos-Modric queda oficialmente en el recuerdo, tras haber dominado Europa y redefinido el medio campo moderno.

Más allá de sus logros, Luka se va como llegó: con humildad, elegancia y un respeto absoluto por la camiseta. Su nombre queda inscrito en la historia del Real Madrid como una leyenda que lo ganó todo, sin perder nunca la clase.

 

 

 

 

 

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