La leyenda de que Emilio "El Indio" Fernández fue el modelo para la estatuilla de los Oscar ha circulado durante años, alimentando el orgullo y el misticismo en torno a uno de los mayores íconos del cine mexicano. Según esta teoría, el célebre director y rostro emblemático de la Época de Oro del cine mexicano habría posado desnudo –según se cuenta, a través de la intermediación de la actriz Dolores del Río– para que el diseñador Cedric Gibbons se inspirara en él al crear el trofeo de la Academia.
Sin embargo, a pesar de lo atractivo que resulta este relato, no existe evidencia concluyente que respalde que Emilio Fernández fuera, efectivamente, la fuente de inspiración para la estatuilla. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas no ha confirmado oficialmente esta historia, lo que ha llevado a muchos expertos y periodistas a considerarla más como un mito que como un hecho comprobado.
La difusión de esta teoría se debe, en gran medida, a la magnitud del legado de Emilio "El Indio" Fernández, nacido en Cuernavaca, Morelos, y a su innegable influencia en el cine. Su figura, emblemática y representativa de la pasión y el talento mexicanos, se convierte en un símbolo perfecto para explicar la estatuilla dorada que ha llegado a representar la excelencia cinematográfica a nivel mundial. Además, la narrativa romántica de "un mexicano que abrió camino en Hollywood" resuena fuertemente tanto entre los aficionados del cine como en los medios, fortaleciendo el relato a pesar de la falta de pruebas definitivas.
En resumen, la idea de que Emilio Fernández sirvió de modelo para el Oscar es una historia que, aunque no comprobada, sigue siendo un cuento fascinante que celebra la grandeza del cine mexicano y alimenta el sentimiento de identidad cultural. ¿Será que, en el imaginario colectivo, la estatuilla dorada se ve reflejada en la figura de uno de nuestros más grandes creadores? Eso, por ahora, sigue siendo parte del encanto y la magia del cine.