Emiliano Zapata.- Después de ser despojado de su dinero por unos desalmados, el señor Guadalupe Pérez Flores encontró en unos vecinos de Emiliano Zapata, Andrés García y Alma Aranda, una mano amiga y junto con la suma de más personas se dieron a la tarea de ayudarlo.
Luego que Diario de Morelos diera a conocer la historia de don Lupe, fueron varios meses de mucha ayuda a través de las redes sociales con la ciudadanía para volver a obtener su dinero y, lo mejor de esta triste historia, un nuevo hogar, gracias al apoyo federal, hasta donde llegó esta historia de don Guadalupe Pérez Flores.
Así que este sábado pasado, don Guadalupe Pérez recibió su nueva casa. Antes era de láminas, cartón y madera vieja y sufría mucho, tanto en tiempo de lluvias como en los meses de calor, hoy en día goza de las bondades de la vida y el buen karma, pues encontró entre la gente una acción de mucha bondad.
Dice Andrés y Alma, vecinos buenos que ayudaron a don Guadalupe, en toda esta travesía: “Esto fue algo inesperado, pues nos comprometimos ambos a que haríamos todo por hacer su casita, pero me asusté porque pensamos que le estábamos prometiendo algo que no íbamos a poder cumplir, pero todo esto nos sensibilizó y nos enseñó muchas cosas.
“Aprendimos que hay que ayudar a quien lo necesite, de manera real y constante, aprendimos a esforzarnos por los demás sin recibir nada a cambio, fue un proceso difícil y complicado donde de quien menos esperábamos fue de quien más recibimos, pese a falsas promesas y todos los topes que encontramos”, comentan contentos.
“Pero se logró el objetivo y eso es lo importante, que la vida de alguien cambió para bien y aunque ya tiene una casa ahora la misión es convertirla en un hogar, de ser posible ayudar a más personas”, añaden.
La casa de don Lupe es funcional, cubre las necesidades básicas, pero faltan detalles, también a futuro gestionar unas escaleras con en el Ayuntamiento, para que pueda acceder al patio, ya que quedó un desnivel muy grande y no alcanzó el presupuesto; también faltan algunos muebles sencillos.
Por: Luis Flores Escobedo