En Tlalnepantla, Totolapan y Yecapixtla se ha detectado la presencia de talamontes por parte de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, la cual realizará inspecciones satelitales.
En los municipios de Tlalnepantla, Totolapan y Yecapixtla se ha detectado la presencia de talamontes por parte de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, quien aseguró que implementarán inspecciones satelitales para lograr frenar esta práctica ilegal en dicha zona.
Alán Dupre, titular de la SDS, informó que el gobierno estatal ha implementado operativos en estas zonas para contrarrestar la problemática. Estos operativos han logrado detenciones y el retiro de madera forestal extraída de manera ilegal.
El funcionario explicó que el auge de la tala clandestina se remonta a la pandemia de COVID-19, ya que desde 2020 se ha detectado un aumento significativo en esta actividad por parte de la SDS. Durante este periodo, la crisis económica y las restricciones sociales parecieron incentivar la práctica ilegal, con muchas personas recurriendo a la tala como una fuente de ingresos en medio de la incertidumbre, explicó el funcionario.
Uno de los lugares más recientes en reportar talas ilegales ha sido en el poblado de Huecahuasco, en
Yecapixtla, donde se han intensificado las denuncias de actividades forestales ilícitas. Ante esta situación, el gobierno estatal ha tomado medidas innovadoras para mejorar el monitoreo y control de la zona. En lugar de realizar recorridos tradicionales, la Secretaría de Desarrollo Sustentable informó que se ha coordinado con la Agencia de Transformación Digital para implementar futuras inspecciones satelitales. Esta tecnología, que resulta más económica y eficiente, permite obtener datos en tiempo real y realizar un seguimiento más efectivo de las áreas afectadas por la tala ilegal.
Cabe resaltar, que la tala ilegal ha tenido un impacto devastador en diversas zonas naturales de Morelos. Uno de los casos más graves es el Bosque de Agua, ubicado en la franja limítrofe entre Morelos, la Ciudad de México y el Estado de México, que ha perdido más de cuatro mil hectáreas en los últimos cinco años debido a las actividades ilícitas de tala. Este ecosistema, que es crucial para la preservación de los recursos hídricos en la región, se ha visto gravemente afectado por la destrucción de su cobertura forestal, según información del gobierno de Morelos.