Palpan de Baranda, un pueblo ubicado en los límites con el Estado de México, es la cuna del Palpeño, un destilado de maguey 100% morelense. “Palpeño inicia de una tradición familiar, que con el paso del tiempo comenzó a elaborarse con magueyes criollos de la región”, nos cuenta Alfonso.
“La idea surgió de mis papás, que ellos también lo elaboraban hace años, pero se vendían nada más de forma local.”
Ellos se dedican desde la siembra de la planta hasta la cosecha, lo que conlleva un proceso de siete años de trabajo y posteriormente viene la destilación, la cual se realiza en un pueblo que se llama Tlajotla, que también es parte de Morelos.
El Palpeño empezó a comercializarse bajo esta marca desde el 2008, con su primera destilación.
“Del 2008 al 2015 optamos por tener esta botella artesanal, tenemos la presentación de tres litros, un litro y medio litro”, nos dice Alfonso, quien agrega que no se puede comercializar como mezcal sólo por el hecho de que en Morelos no se cuenta con la denominación de origen.
Además, esta bebida tiene una variedad de destilados para deleitar a cualquier paladar. “Tengo un mezcal natural, que es un mezcal joven. Cuando se elabora, se deja reposando tres meses en bodega y posteriormente ya sale a la venta. Tenemos también uno que es reposado, lo reposamos con penca de maguey en vidrio, no usamos barrica.”
También cuentan con un destilado tradicional elaborado a base de esencias de pollo, almendras, chocolate, pasa y carne de res, el que comúnmente es conocido como destilado de pechuga.
Si quieres degustar de un rico destilado de agave, puedes buscarlos a través de sus diferentes medios de contacto.
En Facebook e Instagram los puedes encontrar como Palpeño y si te das una vuelta por Palpan de Baranda, puedes encontrar su local exactamente en el zócalo de la localidad y también pueden realizar entregas a domicilio.
Palpeño, un producto artesanal, elaborado sin químicos y creado con lo que la naturaleza brinda. Su sabor único y especial, sin duda te va a conquistar.