Cuernavaca.- “La lucha por la restitución de los derechos de los trabajadores y de las mujeres siempre ha sido cuesta arriba”, expresó la representante del Partido del Trabajo (PT) en el Congreso, Tania Valentina Rodríguez Ruiz, al celebrar el cumplimiento del acuerdo laboral entre jubilados del Colegio de Bachilleres (Cobaem) y el Gobierno del Estado, tras años de lucha en los que se tocaron puertas sin respuesta.
“Ahora sí le atinamos a la puerta correcta”, puntualizó la legisladora al recordar que la defensa de la jubilación digna para los trabajadores del Cobaem inició en 2016, cuando la institución empezó a negar el pago de la pensión a los profesores que habían creado ese derecho, junto con otras prestaciones laborales.
Con el argumento de insuficiencia presupuestal, también se les negó el derecho a los profesores en activo que durante ese tiempo fueron sumándose a los pensionados y las medidas de presión también fueron radicalizadas por los afectados, señaló la legisladora.
Por ejemplo, Rodríguez Ruiz recordó el momento en el que los jubilados del Cobaem tomaron las instalaciones como parte de su protesta y ella los acompañó, como siempre hizo desde que se manifestó el problema laboral.
Dijo que a lo largo de la historia a la base trabajadora no le han regalado nada; todas las conquistas laborales han sido pagadas con sudor y lágrimas, y en muchas ocasiones, han sido pagadas hasta con la vida.
“El piso mínimo de los derechos que las trabajadoras y trabajadores tenemos, y que está consignado en el artículo 123 de nuestra Constitución, y fue consecuencia de la lucha cruenta de 1910”, añadió.
Sin interés político
En este contexto, consideró que, para la firma de ayer, finalmente se entendió que no era una lucha contra una persona, o que tenía intereses políticos, como se intentó señalar en algún momento.
Tania Valentina refrendó su apoyo a los maestros jubilados y señaló que tienen todo su reconocimiento, al ser hija del maestro Roberto Rodríguez, quien dedicó gran parte de su vida a la enseñanza en el Cobaem.
Por: ANTONIETA SÁNCHEZ