Integrante del Consejo de Vecinos de Palmira, María de Lourdes Gutiérrez Legorreta, señaló después de haber echado abajo el paseo ciclista, la organización continuarán su trabajo, ahora para atender la falta de agua potable y otros problemas que afectan a la comunidad del sur de Cuernavaca.
Lourdes Gutiérrez recordó que esta asociación nació el año pasado cuando el gobierno de la ciudad, encabezado por José Luis Urióstegui Salgado, se empezó en quitar un carril a la avenida Palmira, para impulsar una ciclovía.
Durante meses, los vecinos mantuvieron su oposición al proyecto porque lo consideraron inviable en una avenida que representa una de las pocas vías rápidas, para entrar y salir de la ciudad.
Legorreta recordó que, de haberse materializado la ciclo vía, la zona fuera en este momento un polvorín vial, pero lograron frenarlo gracias a las gestiones sociales y legales que realizaron y promovieron en contra de, lo que consideraron, una acción unilateral del Ayuntamiento.
Ahora, dijo que se están preparando para iniciar la defensa por la falta de agua potable en la zona, igual que en muchas otras de la capital.
“El Consejo permanece y lo que queremos ver ahora es el problema del agua, porque tenemos escasez y fugas todos los días, debido a la antigüedad de las tuberías y su falta de mantenimiento; esto mismo, provoca baches en diferentes puntos de la avenida”, señaló.
Todos estos problemas ya existían antes de que el Ayuntamiento quisiera imponer el Paseo Ciclista y fue parte de los motivos por los que los vecinos se opusieron, porque, en todo caso, exigieron que primero se atendieras los pendientes.
María de Lourdes agregó que la agrupación también busca tutelar la Finca Palmira, recientemente rescatada por el Gobierno Federal, con la finalidad de que el espacio cultural y recreativo se mantenga en óptimas condiciones de funcionamiento y cumpla su objetivo de cohesión social, para el que fue creado con espacio cultural.