La Máquina Celeste demostró con números ser el mejor equipo del año. La temporada anterior terminó segundo y esta hasta arriba para un total de 75 puntos.
Independientemente de la aritmética, Cruz Azul lleva rato desplegando un gran futbol y eso lo haría el gran favorito si no tuviera que contender contra su propia historia.
Sus desatinos, yerros y calamidades a la hora de la verdad han llegado hasta el diccionario.
Este neologismo se aplica para la vida diaria, explicando como se puede perder algo que se tenía seguro.
Al terminar en la cima, los celestes aseguran que, en caso de avanzar, siempre cerrarán como locales.
Esto es una ventaja puesto que hasta la Gran Final, al quitarse el gol de visitante, le bastará con el empate en el marcador global para seguir con vida.
Además, les ha sentado de maravilla volver a la que en un tiempo, fue su casa.
Entradones, ambiente festivo y victorias reviven logros de antaño. Esperarán más de quince días para conocer a su rival en Cuartos de Final.
Esto demuestra una vez más el absoluto desbarajuste que tienen los directivos de la Liga en contubernio con los dueños de los clubes. Este torneo paró casi un mes por la Leagues Cup.
Ha tenido fechas FIFA y por ello, nos han atascado de dobles jornadas. Esos dirigentes que llegaron ofreciendo el oro y el moro, han resultado más mentirosos que político en campaña.
Volviendo al azul, la química que ha logrado establecer el director técnico Martín Anselmi con el grupo es para llamar la atención.
El tipo maneja un buen discurso, pone alineaciones lógicas, les da crédito a los futbolistas y plantea de manera inteligente los partidos.
Sumar trece victorias por tres empates y una sola derrota se dice fácil, sobre todo cuando la irregularidad es la divisa del torneo.
Record de puntos, mayor poder ofensivo, mejor defensa y una diferencia de goles de más veintisiete nos debería alertar sobre la presencia del campeón.
Ahora solo falta firmarlo en la cancha y guardar en el armario a los fantasmas. Sigo pensando que el único equipo capaz de plantarle cara a los celestes es el Toluca, sobre todo después de arrollar y mandar al Play in al orgulloso América.
Tigres y Rayados son y serán siempre una incógnita. Pumas y San Luís ya cumplieron y todo lo que escurra, será miel. Los verdaderamente peligrosos serán aquellos cuadros que emerjan de la vacilada reglamentaria del Play in.
Xolos y América se pueden dar el lujo de hasta perder para luego comerse al ganador de Chivas y Atlas. Perderán menos ritmo y pueden crecerse al castigo. La bronca para las Águilas es la cantidad de convocados a sus selecciones.
Sobre todo los de Sudamérica que tendrán que realizar largos viajes.
Con todos sus asegunes, el final del torneo será excitante y por el bien del futbol, ojalá que el cielo siga siendo…más azul que nunca.