Seis meses antes de que concluya el período sexenal para el que fue electo, el próximo jueves, Cuauhtémoc Blanco Bravo deberá dejar el cargo de gobernador. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que, si quiere mantener su candidatura plurinominal de diputado federal, debe dejar la gubernatura el 4 de abril. Pero no será el primero. En circunstancias y tiempos diferente, del 29 de abril de 1869 al14 de agosto de 1869 Pedro Sáinz de Baranda fue gobernador provisional del naciente estado de Morelos. Más para acá, tras la caída de Jorge Carrillo Olea en 1994, Jorge Morales lo fue del 19 de mayo de 1998 al 18 de mayo de 2000, y Jorge Arturo García Rubí concluyó el sexenio como un gobernador de cuatro meses y pico, del 18 de mayo al 30 de septiembre.
La víspera en la que Cuauhtémoc Blanco dejará la gubernatura se da un contexto que también pasará a la historia, marcado por el asesinato del comisionado presidente del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE), Marco Antonio Alvear, la tarde del jueves pasado. Cámaras de seguridad, mostraron el Mini Cooper de Alvear y a un individuo caminando que se acerca y lo amenaza con un arma. Alvear intenta retroceder, pero lamentablemente es alcanzado por disparos que le arrancan la vida. El agresor se aleja rápidamente de la escena del crimen, desaparece y como tantos otros este crimen se perfila a la impunidad. Cuatro días después, la noche del lunes anterior al candidato a alcalde de Cuautla de la alianza PAN-PRI-PRD, Jesús Corona Damián, por poco no la cuenta. Llegando a su casa es atacado por sicarios que le disparan una docena de balazos, y si salva la vida es gracias a que su camioneta es blindada. Otros políticos atacados no tuvieron la misma suerte. El pasado 4 de enero, el regidor panista de Cuautla, Guiovanny Lezama, fue asesinado en un gimnasio. Aspiraba a contender por una diputación local en las elecciones del 2 de junio.
Pero, comparada con la violencia que campea en oras entidades, Morelos resulta un oasis de paz y tranquilidad. En el plano nacional, la lista de políticos ejecutados es brutal. Aquí sólo algunos casos publicados en diferentes medios de comunicación:
Alfredo González Díaz, candidato del PT a la alcaldía de Atoyac de Álvarez, Guerrero, asesinado el 3 de marzo. Viajaba en su automóvil sobre el boulevard Juan Álvarez cuando le dispararon personas armadas. Miguel Ángel Reyes Zavala, aspirante por Morena a la alcaldía de Maravatío, Michoacán, ultimado el 26 de febrero en el fraccionamiento Rancho La Huerta. Armando Pérez Luna, precandidato del PAN a la alcaldía de Maravatío, Michoacán, ejecutado el 26 de febrero 2024 en la calle Jesús Romero Flores de la Colonia Infonavit. Manuel Arriaga, regidor y aspirante a la alcaldía de Cualac, Guerrero, perteneciente al Partido del Trabajo, presuntamente envenenado el 17 de febrero de 2024. Manuel Hernández Hernández, aspirante a la candidatura de Morena por la diputación local de Misantla, Veracruz, ejecutado el 15 de febrero en la comunidad de Santa Margarita por hombres armados en la carretera Misantla-Xalapa. David Rey González Moreno, precandidato a alcalde de Suchiate, Chiapas; Sergio Hueso, precandidato a la alcaldía de Armería, Colima; Miriam Nohemí Ríos Ríos, dirigente transportista Movimiento Ciudadano en Jacona, Michoacán; Marcelino Ruíz Esteban, buscaba ser el candidato del PRD a la alcaldía de Atlixtac; Jaime Vera, precandidato del PVEM a la alcaldía de Mascota, Jalisco; Julián López Galeana, coordinador de MC en Guerrero; Yair Martín Romero Segura, precandidato a diputado federal por Morena en Ecatepec; Miguel Ángel Zavala Reyes, precandidato de Morena a la alcaldía de Maravatío, Michoacán; Armando Pérez Luna, precandidato del PAN a la alcaldía de Maravatío, Michoacán; Alfredo González Díaz, aspirante del PT a la alcaldía de Atoyac, Guerrero… Y contando… (Me leen mañana).
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