Hoy, atento México al proceso que culminará el domingo uno de junio de 2025 con la elección de 2 magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 15 magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y 464 magistraturas de circuito, la lucha vuelve a ser entre conservadores y liberales, en una víspera que apunta a la victoria del centro-izquierda ante la desesperación de los admiradores de Porfirio Díaz, que son pocos pero subsisten…
En 1994, el argumento fue que deberían empatarse la elección local con la federal para abaratar el costo de los comicios. Mentira; los procesos electorales continuaron costando millonadas. Hasta hace veintidós años, las elecciones locales en Morelos se realizaban el primer domingo de marzo, así que el gobernador electo tomaba posesión el 18 de mayo. Y las elecciones de presidente de la República, senadores y diputados federales se llevaban el primer domingo de julio. La asunción del Congreso de la Unión ocurría antes del 1 de septiembre, instaurada la farsa del Colegio Electoral que convalidaba la elección central para tomarle protesta al presidente del partido aplanadora, el PRI.
El antecedente de la debacle priista sería el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en la elección presidencial de julio de 1988, arrasado el PRI en Michoacán, Morelos y Guerrero y en la capital del país. En el año 2000, con la intromisión de Estados Unidos la elección presidencial sería ganada por el PAN.
Aparecieron entonces los fenómenos en “cascada” del “efecto Fox”, en 2000, y el “efecto López Obrador” en 2006. Los mapaches electoreros hicieron de las suyas durante la friolera de 34 años de (1876-1910), perpetrado en Morelos el fraude electoral a favor del coronel Pablo Escandón, el favorito de Porfirio Díaz, el presidente dictador chapado a la usanza militar en academias de Europa. A la muerte del gobernador morelense Manuel Alarcón (nativo de la hacienda de Buena Vista, al norte de Cuernavaca, lugar que es ocupado hoy por la XXIV Zona Militar), en 1909 los hacendados de Morelos le pidieron a “El Fifí” (como le llamaban en el círculo de sus amigos a Escandón) que “les hiciera el favor de gobernar Morelos”, lo que al principio renuente, el militar de cartón aceptó, presionado por su padrino, el mandamás del país. Pero los hacendados, los porfiristas y Escandón no contaron con que Morelos estaba harto de los despojos de tierra y de que los pobres fueran tratados como esclavos. Comenzaron a organizarse, así que a principios de 1909 tuvieron su candidato para la elección de ese año. Llamaron a Patricio Leyva (hijo del primer gobernador de Morelos, don Francisco Leyva) para que encabezara el club político anti porfirista. Pero las represalias no se hicieron esperar, y entre otros apresaron al joven de Anenecuilco, Emiliano Zapata, so pretexto de que se había robado a una chica en Villa de Ayala, cuando en realidad hasta el viejo Porfirio sabía de la influencia de los Zapata en el Plan de Amilpas. Un tío abuelo de Emiliano había militado en las huestes independentistas de Mariano Matamoros, y otro tío en las batallas contra los conservadores anti reformistas-imperialistas de don Benito Juárez, de modo que los hacendados escandonistas metieron presos a los leyvistas. En octubre de aquel año que se hicieron las elecciones, guardias rurales y soldados del ejército federal se encargaron de intimidar y golpear hasta liquidar a los leyvistas. El fraude se consumó y “El Fifí” se apoltronó en la silla de gobernador, en aquel entonces ubicada en el Palacio de Cortés.
Hoy, atento México al proceso que culminará el próximo domingo uno de junio de 2025 con la elección de 2 magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 15 magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y 464 magistraturas de circuito, la lucha volverá a ser entre conservadores y liberales, en una víspera que apunta a la victoria del centro-izquierda ante la desesperación de los admiradores de Porfirio Díaz que ciertamente son pocos, pero existen…
SEGÚN el Informe Técnico y Sistematizado sobre el Acceso Histórico de las Mujeres a las Presidencias Municipales en Morelos, Cuernavaca nunca ha sido gobernado por una mujer. Mentira. La alcaldía de la capital morelense fue desempeñada por Sara Olivia Para Téllez, de diciembre de 1997 a mayo de 1997, y unos meses por Eloísa Guadarrama, en 1988… (Me leen mañana).
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