Creo que era un bimotor de cuarenta pasajeros, de la empresa Aeromorelos, que por unos meses de los ochenta voló de Cuernavaca a Huatulco. Poco tiempo, porque la falta de pasaje pronto lo instaló en la capital oxaqueña. De eso hace ya cuatro décadas, ignorado por los forasteros y las nuevas generaciones de morelenses el acontecimiento del 15 de abril de 1988 cuando el entonces presidente Miguel de la Madrid vino a una gira de trabajo y acompañado del gobernador Lauro Ortega Martínez y el secretario de Agricultura y Ganadería, Eduardo Pesqueira Olea, estuvo en el desde su inicio llamado Aeropuerto Mariano Matamoros, en Tetlama. Ahí las empresas aéreas han llegado como se han ido, derrotadas, ahuyentadas por la falta de pasajeros volaron unos cuantos meses, aguantaron el tiempo que pudieron pero todas acabaron aventando la toalla. Cuarenta años atrás, la de Cuernavaca era una de las pocas capitales de estado que no tenía instalaciones aeroportuarias. Incluida la terminal y la pista de 3 mil 100 metros, costó 10 mil millones de pesos viejos. Construidas con la idea de que andando el tiempo fuera alterno al Aeropuerto Internacional Bento Juárez de la Ciudad México, inicialmente fue utilizado para la exportación de flores producidas en Morelos mediante un programa que, creado e impulsado por el gobernador Ortega, quien hasta hoy día es recordado por la obra gran cantidad de pública que realizó, sería mal logrado, abandonados a su suerte floricultores y aprovechado parte del programa por un particular. Sacada del aire en 2003 por la Dirección de Aeronáutica Civil, Aerolíneas Internacionales fue la que más tiempo permaneció. Después vendrían otras empresas: Mexicana de Aviación, Aerocaribe y Aeroméxico que también se fueron como llegaron, escasos los pasajeros a Guadalajara, Tijuana, Monterrey, etc. Todas bajaron la cortina, y sin embargo quedaba el recurso de convertirlo en alterno al aeropuerto de la capital mexicana, para ello remodelar la terminal y presumir con este propósito sumas millonarias durante la administración de Marco Adame Castillo. Cifras grandes: 300, 500 millones de pesos que ahí siguen sin que haya sido posible echar a andar el elefante blanco. Moderna, de tamaño mayor que las de otras ciudades que tienen más movimiento, la infraestructura de la terminal luce adecuada pero con muy poca actividad. En junio de 2013 volaba Viva Aerobús, a la que junto con Volaris la administración adamista subsidiaba con 4.8 millones de pesos semestrales que el gobierno de Graco Ramírez suspendió, dijo, para no seguir echándole dinero bueno al malo. Tres años atrás, en 2016 los vuelos de entrenamiento a alumnos de una o dos escuelas en avioncitos 2-06 de hélice y los despegues y arribes del jet de Transportes Aéreos Regionales (TAR) era todo. Según datos extraoficiales, la nómina de Tetlama le costaba al Gobierno Estatal unos 300 mil pesos mensuales. Trabajaban –o quizá trabajan poco aún porque poco tienen por hacer– un director general, sendos directores de finanzas y de seguridad, un subdirector jurídico y un comisario, además de bomberos, personal administrativo, de limpieza y de mantenimiento así como guardias de seguridad privada, un grupo de policías federales, agentes de la PGR y militares. Pero si no aviones de pasajeros porque los de Morelos y Guerrero seguirán optando por la amplia gama de vuelos desde el ex Distrito Federal, en cuyas dos terminales circulan anualmente unos treinta millones de personas, se mencionaba la opción de traer naves de carga que descongestionaran el tráfico aéreo del Valle de México. Lo malo fue que jamás construyeron bodegas, y al no haber terrenos disponibles en las cercanías habría que hacerlas un tanto lejos, lo cual entorpecería las maniobras de carga, descarga y transportación terrestre. Sin embargo, por intentos no pararon: el martes 22 de marzo de 2016 fue el primer vuelo de TAR que ponía nuevamente en el aire al aeropuerto de Cuernavaca pero solamente un año después suspendió operaciones. Con todo esto no hay peor lucha que la que no se hace. De acuerdo a un comunicado del Gobierno de Morelos, este fin de semana el coordinador de las Unidades de Negocios de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Jorge Nevarez Jacobo, “se comprometió a implementar líneas estratégicas para impulsar la operatividad nacional del aeropuerto Mariano Matamoros”. Si es chicle, pega. Ojalá… (Me leen después).

 

Por: José Manuel Pérez Durán

jmperezduran@hotmail.com 

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