La temporada de huracanes 2024 en el Océano Atlántico ha comenzado con una inesperada advertencia del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés). Este organismo ha identificado dos áreas de inestabilidad con alto potencial de desarrollo ciclónico en los próximos días, generando preocupación sobre posibles impactos en México.
La primera área, ubicada frente a la costa sureste de Estados Unidos, aunque lejos del territorio mexicano, está produciendo fuertes vientos y tormentas eléctricas. Sin embargo, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, esta inestabilidad se desplaza hacia el noroeste, reduciendo su probabilidad de afectar al país.
Por otro lado, la segunda zona de vigilancia se encuentra en el Golfo de México, con un 40% de probabilidad de convertirse en ciclón en los próximos siete días. El NHC pronostica la formación de una amplia área de baja presión sobre esta región, con condiciones propicias para su desarrollo gradual. Si se materializa, esta perturbación podría evolucionar a depresión tropical y, eventualmente, a huracán.
Es importante destacar que el primer ciclón de la temporada en el Océano Pacífico se llamará Alberto, según la lista oficial de la Organización Mundial Meteorológica (OMM). Aunque aún no se puede confirmar si la zona de baja presión identificada será la responsable de su formación.
Por otro lado, en el Océano Pacífico, a lo largo de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, se monitorea una posible formación de baja presión, aunque con baja probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos días. Esta situación ha generado atención, pero aún no hay certeza sobre su evolución.
Ante estas alertas, es fundamental que la población esté atenta a los pronósticos y recomendaciones de las autoridades, especialmente durante esta temporada de huracanes. La seguridad y la preparación son clave para mitigar los posibles impactos de estos fenómenos naturales.