Al iniciarse las campañas renace la pandemia, y ya Morelos es considerado uno de los estados donde la pandemia vuelve a crecer mucho.
Desde luego, donde hay recursos ahí atacamos, y los medios inmediatamente señalan que durante el inicio de las campañas no se respeta la sana distancia, pero la verdad es que no es fácil, sobre todo cuando la gente se amontona para saludar a los candidatos.
Pero el resultado de que vaya hacia el alza la pandemia en Morelos es la irresponsabilidad de las autoridades durante las vacaciones de Semana Santa. Oficialmente, en Cuernavaca los antros deben de cerrar a las once de la noche, o si tienen o pagan un permiso especial hasta las dos de la mañana; y la verdad es que durante la Semana Santa los antros trabajaban toda la noche con la complacencia del irresponsable y deshonesto Presidente Municipal que tenemos, el que tiene la cara tan dura que trata de reelegirse. En verdad, está mal de la cabeza.
Es en los antros donde corre el vino y la música suena de manera bastante fuerte, ahí tienen a “La Patrona”, que no cierra en toda la noche, y los antros de cervecería en el norte de la ciudad, que a las 9 de la mañana del día siguiente continúan abiertos.
Así cómo no quieren que se aumenten los contagios, y las declaraciones alegres del alcalde sólo son eso: declaraciones de un irresponsable y mentiroso; así que Cuernavaca está otra vez en el ojo del huracán. Los contagios aumentan exponencialmente, y mientras tanto los demás empresarios tendrán que apechugar con las pérdidas, porque los antreros no respetan las reglas gracias a una buena “lana” que les dan a los funcionarios municipales.
Me tocó ver, personalmente, cómo un funcionario, a las 9.30 a.m., salía del antro de cervezas y además estaba cuidado por una patrulla de Seguridad Pública.
La verdad es que las irresponsabilidades son muchísimas y habrá que hacer responsables a los funcionarios municipales de las muertes de los que sigan en ese camino; la vacunación se llevó en la segunda etapa más organizada, pero el primer día también fue un caos.
Sólo los adultos mayores están vacunados, muchos ya con las dos dosis, pero faltan todavía muchos y van a empezar con los maestros, que son una real fuerza del voto en las próximas elecciones. La tendencia a que este servicio de salud se use con fines electorales es inevitable, sobre todo cuando la autoridad electoral sólo hace declaraciones y no toma medidas más importantes que cancelar una candidatura por 20 mil pesos; podría hacer que las cosas fueran diferentes, pero sus miembros son más que nada vividores de la política.
Los candidatos que sí atascaron sus mítines qué equivocados están si creen que “ya la hicieron”; parece que no entienden ni aprenden del pasado. Usted recuerda los mítines y las marchas de Gayosso, miles de gentes caminando y aplaudiendo a fuerza porque los obligaron; los taxistas llevaban su publicidad, pero en corto te decían que no votarían por él y así fue. Gastar mucho dinero no da el triunfo, si no que le pregunten a un ex diputado, cuando su esposa compitió en Cuernavaca en el Cuarto Distrito gastó millones en publicidad y dádivas para los asistentes, y perdió por más de dos a uno y ganó un periodista que gastó sólo 350 mil pesos que le prestaron.
Así que el gastar a manos llenas no es garantía, se puede estar patrocinando al contrario. El que vaya mucha gente a los mítines y reuniones no es lo importante, eso era antes, ahora hay que hablar con quienes manejan a los verdaderos líderes; muchos presumen de tener influencia y liderazgos a su servicio, y muy pocos lo tienen en realidad. Esta será una campaña que se va ganar con pocos votos, la legitimidad de la mitad más uno va a quedar muy lejos, pero eso no quiere decir que no sea legal.
Creo que será importante que quienes quieren llegar demuestren qué han hecho y como se han comportado en sus anteriores cargos; si en verdad han cumplido como representantes ciudadanos o sólo como representantes partidistas, o en el peor de los casos como muchos diputados actuales que sólo han sido comparsas del ejecutivo.
Por ello es importante saber la historia de cada uno de los aspirantes y de quienes van con él, quienes serán los regidores, porque si en lugar de cumplir como los actuales se convierten en comparsas de los presidentes municipales, ¿para qué los queremos?
Necesitamos hacer un movimiento para que varios de nosotros los ciudadanos nos encarguemos de supervisar qué hacen cada diputado y cada regidor, para que cada vez que quieran un cargo estemos completamente seguros de por quién debemos votar.
Tendremos embotellamientos de spots y anuncios mentirosos, pero no quitemos el dedo del renglón para votar adecuadamente. ¿No cree usted?
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Por: Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin