El próximo viernes vendrá Andrés Manuel López Obrador a Morelos, a Cuernavaca.
¿A qué viene? A su gira proselitista para convencer de que se vote por Morena.
El pasado sábado una inmensa caravana de carros protestó en contra del presidente, pidiendo que renuncie, y en esa misma fecha, por falta de oficio político se les cayó a los diputados la Reforma Electoral en Morelos, al no aprobarla los presidentes municipales.
Hay que agregar el crecimiento sin tope de la delincuencia, que se ha desarrollado de manera exorbitante y ya existen zonas de Morelos que están en sus manos.
¿Y la policía?, bien gracias.
La pandemia a todo lo que da y en resumen, el coctel es verdaderamente malo y explosivo.
Por todo eso me vuelvo a preguntar: ¿A qué viene el presidente? A encabezar reuniones que estarán llenas sólo por los mediocres diputados y funcionarios, porque los empresarios no están contentos.
El Presidente de la Cámara de Comercio de Cuernavaca (Canaco), Antonio Sánchez Purón, ha declarado que mientras firman sus privilegios muy particulares y políticos, como la mal llamada Reforma Electoral a su medida, por encima del bienestar y los intereses de la población y colectivos, “el estado va a seguir en el agujero en el que estamos”; por lo que exigió a estas autoridades ponerse en funcionamiento, pero anteponiendo el bien común.
Explicó Sánchez Purón, de manera muy profesional, que las estimaciones de los expertos en materia económica es que este año habrá un decremento de ocho puntos del Producto Interno Bruto, y ha señalado con datos que por desgracia son específicos lo que se va a dar conforme vaya pasando el tiempo; y fue claro al reiterar que las autoridades priorizan una Reforma Electoral en lugar de estar dedicadas a reactivar la economía y la supervivencia de los sectores productivos, sin descuidar la suficiencia alimentaria de los más vulnerables y desprotegidos.
Por su parte, el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Ángel Adame Jiménez, expuso que la mejor forma de poder atender la crisis sanitaria, económica social y la creciente inseguridad, es uniéndose el Gobierno y la sociedad organizada; ya que las autoridades desde hace dos meses no han dado la cara, “pero estamos en la mejor disposición de contribución, de colaborar por el bien de todos”, afirmó.
Señaló que cada día que pasa es más complicado para el sector empresarial mantener sus empresas o negocios y las fuentes de empleo, debido a la falta de apoyo oficial.
La verdad, es que no entiendo, tienen dos años en reuniones y se pasan horas sentados escuchando discursos y dando declaraciones, pero las cosas siguen exactamente igual cuando bien nos va, si no es que peor.
¿De qué sirven tantas reuniones, promesas y discursos? La realidad es que estamos mal; y esta semana el Secretario de Finanzas declaró que el gobierno.
Morelos es de las entidades del país que hasta el momento no han recibido recursos federales para hacer frente a la contingencia.
El gobierno estatal no está contento de cómo lo trata el ejecutivo federal.
Queda claro que el delegado nacional no sirve para nada y a los asuntos a los que le ha querido entrar siempre salen mal; ahí está el caso de Huesca y, sin más, su intervención en la reforma electoral que fracasó, en la que él tenía un interés especial para posicionarse más en Morelos, pero la verdad es que su soberbia impropia de un ex pastor religioso hace que en su función no sirva para nada.
Por lo que me vuelvo a preguntar: ¿A qué viene AMLO a Morelos? No lo entiendo, el gobierno está molesto por las investigaciones acerca de sus principales funcionarios; no puede haber un acto masivo por la pandemia; y la mediocridad de los diputados y de las autoridades municipales de Cuernavaca los tienen en el último lugar de aprobación.
¿No cree usted?
Por: Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin