Una vez más, y como lo prometió, el Presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Morelos con objeto de finiquitar el problema de la Termoeléctrica de Huesca, en la que el gobierno federal ha hecho una gran inversión y a cuyo funcionamiento se oponen los habitantes de la zona. La propuesta del presidente consiste en que sean los ciudadanos afectados por ella los que decidan.

“Si en la consulta la gente dice no, es el pueblo el que manda, se queda la termoeléctrica como está; lo único que quiero es que todos actuemos con responsabilidad, que no digan que fue la decisión del presidente”. Y fue enfático al señalar que “aunque griten, aunque haya gritos y sombrerazos, va a ser el pueblo el que va a decidir sobre este asunto (…) no quiero que me confundan, yo no soy corrupto, ni soy autoritario”. Al mismo tiempo señaló lo que cuesta cada año que la planta no opera. La consulta se desarrollará el 23 y 24 de febrero.

Aseguró AMLO que se respetará la voluntad de la gente mediante la consulta ciudadana, al tiempo de advertir que cada año que la planta no opera se pierden cuatro mil millones de pesos.

Acompañado por el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, y la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez Cisneros, fue recibido por el Gobernador del Estado Cuauhtémoc Blanco Bravo y por las autoridades municipales.

Fue muy obvia la participación de grupos que se manifestaron en contra del proyecto, con consignas tales como: “Agua sí, Termo no”; y colocaron previamente mantas en las que se demandó el cambio de tarifa eléctrica para el campo y se advirtió sobre lo que consideraron riesgo para la salud de la población por el gasoducto.

Con su característica manera de ser, el presidente de detuvo a escuchar a mujeres que demandan continuidad en programas de estancias infantiles.

En su intervención, el Ejecutivo Federal expuso que ya arrancaron programas sociales en la entidad, como el de “Jóvenes construyendo el futuro” y el del aumento a la pensión a adultos mayores.

Con su característica tranquilidad, respondió a las mujeres que, al pasar él frente a ellas, alzaron sus pancartas, señalando que continuará el programa de estancias infantiles, pero reiteró que el recurso se entregará directamente a los padres de familia.

Siendo un experto en desempeñarse entre las multitudes, donde se le nota como pez en el agua, hizo callar los gritos tanto de protesta como de apoyo de la concurrencia, al llamar a los asistentes a escucharlo. Externó que, tal y como lo prometió hace un mes, regresó a Morelos con una propuesta sobre el caso de la termoeléctrica, pero destacó que este es un asunto que se heredó, porque comenzó con administraciones pasadas, derivado de la política neoliberal y le cuesta al pueblo 25 mil millones de pesos.

Reiteró que, dado el avance que tienen la termoeléctrica y el gasoducto, el caso se va a llevar a consulta, la cual se desarrollará los días 23 y 24 de febrero.

Fue claro al expresar que se ha informado con técnicos para saber si con ese proyecto se agotará el agua o si se va a contaminar; y los especialistas, entre ellos la Directora de Conagua, le dijeron que no habrá dicha afectación y AMLO solicitó el análisis del organismo especializado en esta materia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que dé su opinión y sean expertos totalmente imparciales quienes den su opinión técnica. Fue enfático al señalar que la puesta en marcha de la planta bajaría el costo de la electricidad en los estados de Tlaxcala, Puebla y Morelos, por lo que pidió que todos participen en la consulta y que no hagan caso a aquellos que los llaman a no votar; dijo que se respetará la consulta pésele a quien le pese.

Dijo que firmará antes de la consulta la certificación de la calidad del agua que es lo más importante y, si la planta contamina, definitivamente no va. Se señaló incapaz de hacer algo en contra del pueblo.

Tenemos también que ver la parte legal y señaló ya que existen varios juicios de amparo en los tribunales; de buen humor y contento se retiró a pesar de las protestas y abucheos.

No cabe duda de que Morelos no es fácil y, si el Gobierno Federal no se pone las pilas, las cosas se pueden salir de control mucho antes de lo esperado. ¿No cree usted?

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Por: Teodoro Lavín León

lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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