La violencia en México tiene muchas expresiones, algunas muy profundas y generalizadas, investigarla es largo y difícil por la gran cantidad de datos contradictorios que se dan, pero hoy por hoy la que ha hecho crisis, y una crisis muy profunda, es la violencia contra las mujeres.
No ha sido sencilla la lucha de la mujer a través de la historia, a pesar de que en algunos lugares el matriarcado es más que evidente; el machismo de nuestra cultura heredada del mundo europeo ha traído como consecuencia una forma de ser y de vivir que no sólo los hombres, sino las propias mujeres, han fomentado.
Anteriormente, los hombres en una casa no cooperaban a las labores del hogar, eran definitivamente para las mujeres de la casa ya sea que fueran madre, hermanas, abuelas o tías, y ellas mismas le pedían a las jóvenes que atendieran a sus hermanos.
La evolución de la comunicación y la lucha de las mujeres ha hecho que esta práctica cada día se vaya disminuyendo, incluyendo a los que ya no estamos tan jóvenes, nos tocó ya ayudar a nuestras mujeres en la crianza de los hijos y, desde luego, en las labores del hogar.
La dualidad de las relaciones hombre mujer sigue creciendo, pero de una manera diferente, ahora más pareja, y con mayor participación de los hombres en las labores en que antes ni de broma participaban.
Pero la crisis, a pesar del avance lento, no se ha quedado ahí y los asesinatos de mujeres, el feminicidio, es lo que ha hecho que la mujer despierte y ahora, en una manifestación sin precedente en México, se programa un día sin mujeres y el día de hoy ellas no aparecerán en público y no trabajarán ni en sus casas.
Las protestas del día de ayer fueron multitudinarias, la lucha me ha tocado vivirla de cerca, porque con las mujeres que forman “Convergencia 8 de marzo” me ha tocado ver de cerca su trabajo y su esfuerzo, por más de veinte años, para buscar la igualdad entre los dos sexos.
Pero si uno revisa las cifras, se da cuenta de la realidad en que vivimos: en el año de 1990, de acuerdo con el INEGI, se cometieron 14 mil 493 homicidios, 12 mil 932 de hombres y un mil quinientos diez y nueve de mujeres; en el año 2000 el total fue de 10,737 hombres y 9 mil 42 mujeres; para el 2006 el total fue de 10 mil 737 de los cuales 9 mil 143 fueron hombres y 1,298 mujeres.
Pero después de algunos años la guerra contra el narcotráfico aumentó de manera exponencial y el asesinato tanto de hombres como mujeres, en el sexenio de Felipe Calderón con su guerra contra el narcotráfico, los resultados fueron 25 mil 967 homicidios, de los cuales 22 mil 986 de hombres y 2,764 de mujeres.
Al mismo tiempo, las dos siguientes administraciones en 2018 no ha cambiado el escenario, en 2012 y 2018; en 2018, el total de homicidios fue de 36,685 homicidios de los cuales 32,765 fueron de hombres y 3,752 de mujeres.
La verdad es que los datos son escalofriantes.
El año pasado fue el más violento de que se tiene registro en el país.
Los datos del maltrato familiar se han disparado y, según el secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, en 2015 fueron 126,818 casos y para 2019 llegaron a 202,889, lo que representó un incremento del 37.
49 % en un lustro; si bien es cierto que los hombres no estamos exentos del mal trato, éste se da de manera exponencial en las mujeres por el machismo en muchos de los lugares menos desarrollados y en los suburbios, donde todavía se da de forma alarmante.
Las marchas con los reclamos de las mujeres fueron verdaderamente grandes en esta ocasión, y el movimiento que ha crecido como Tsunami para un día sin mujeres será en verdad un parteaguas en la historia de este país.
Toda nuestra solidaridad está con las mujeres a las que cada uno de nosotros nos debemos, pues hemos nacido de una mujer, y el crecimiento de este movimiento, sabemos, será para beneficio sí de las mujeres, pero desde luego para cada día tener un mundo más justo en beneficio de todos.
Un abrazo y nuestra solidaridad con todas ellas.
¿No cree usted?
Por: Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin