Como un exceso, calificó la Presidenta de la Junta Política y de Gobierno del Congreso de Morelos, Ariadna Barrera, la solicitud de ampliación presupuestal del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana.

Aquí lo interesante sería que nos señalara con qué base opina la Presidenta de la Junta Política y de Gobierno, o si sólo cumple instrucciones del Ejecutivo del Estado.

Al mismo tiempo, la Secretaria de Hacienda -que me imagino es una experta en auditoría y en procesos electorales- señaló que se les dará una ampliación de 75 millones de pesos nada más, ya que el estado no tiene recursos para dar todo el dinero que solicitó el Impepac para el proceso electoral.

Como podemos ver, es la opinión de dos personas que tienen sendos cargos administrativos y políticos, pero que no saben nada de procesos electorales; el negar una autorización sin bases técnicas es casi un suicidio del régimen, porque si hay continuidad constitucional y no se lleva a cabo adecuadamente el proceso, el caos en el que caería el estado sería el de la falta de autoridades electas y la ingobernabilidad.

Lo primero que tienen que entender es que la elección no es un capricho, sino una necesidad del sistema en el que vivimos, el cual les da de comer a las dos funcionarias y a todos los miembros de los tres poderes, que el gasto no es por gusto y hay que cumplir con una legislación aprobada por los diputados, entre los que está la Presidenta de la Junta Política y de Gobierno; y quisiéramos saber si se daría cuenta de lo que aprobó cuando levantó la mano. Ignoramos esto, pero lo que sí sabemos es que si el gobierno estatal no le tiene confianza al órgano electoral, cuenta con los elementos necesarios y legales para auditarlo y tiene todo el derecho; sabemos que hay consejeros que cuando fueron autoridades electorales se llevaban hasta los garrafones de agua a su casa, y ahí siguen cobrando y viendo qué más se roban, por lo que hay razón para desconfiar, pero las determinaciones presupuestales deben tener una base y no se toman al alimón porque es muy peligroso.

Ya que después de que el órgano electoral solicitara una ampliación presupuestal de 243 millones 51 mil pesos, la también coordinadora del grupo parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional recordó que en el análisis del presupuesto para el ejercicio fiscal del 2021, los diputados consideraron como excesivo el presupuesto solicitado por el Impepac, por lo que decidieron aprobar solamente 179 millones de pesos; estamos de acuerdo pero que nos diga el porqué de esa consideración, porque así como lo señala parece sólo un discurso sin sentido.

“Cuando llevamos a cabo el análisis del presupuesto, vimos lo que estaba solicitando el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana, y algunos diputados –¿quiénes y por qué?- consideraron como excesivo el presupuesto que estaban solicitando, por eso solamente se aprobó 179 millones de pesos con la posibilidad de que, cuando se les acabara el presupuesto, puedan solicitar una ampliación presupuestal”, informó.

Cuando menos es consciente de que el órgano electoral está en su derecho de solicitar cualquier ampliación presupuestal; sin embargo, dice que primero se tiene que terminar el recurso que fue etiquetado, por lo que hizo un llamado a los consejeros electorales para utilizar el presupuesto de manera responsable. Sólo son palabras sin sentido, ¿qué es ser responsable de acuerdo con su dicho?

La misma presidenta de la Junta Política y de Gobierno recordó que el Ejecutivo del Estado tiene las atribuciones para poder disponer de los recursos, por lo que será el gobierno el que pueda determinar si existe una ampliación de recursos para el órgano electoral.

“Recordemos que le dimos atribuciones al Gobierno del Estado para disponer de los recursos, y en este caso será el Ejecutivo quien determine llevar a cabo una ampliación presupuestal o no; sin embargo, primero consideramos que el Impepac se tiene que acabar los recursos correspondientes y, entonces sí, ver la posibilidad, pasando la elección, de solicitar una ampliación presupuestal”, concluyó la diputada de Morena.

Pues que se vayan los diputados a su casa, si ya le entregaron en bandeja de plata el presupuesto al gobernador, ¿qué hacen cobrando, si salen muy caros y no sirven para nada?

Por otro lado, la titular de la Secretaría de Hacienda del Gobierno del estado, Mónica Boggio Tomasaz Merino, confirmó que se autorizó una ampliación de 75 millones de pesos al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac).

Con dicho recurso, el organismo tiene 254 millones de pesos de presupuesto. Sin embargo, la misma funcionaria estatal recordó que el Impepac solicitó un presupuesto de 422 millones de pesos para el presente año, pero el estado no tiene los recursos financieros para otorgar ese monto. Explicó que, con el citado presupuesto total de 254 millones de pesos, el instituto tiene exactamente lo mismo que obtuvo en el 2018, cuando hubo elecciones para gobernador, y que no existe la inflación. Habría que preguntarle, pero la verdad es que son de un prepotente impresionante y, en lugar de hacer política para buscar el acuerdo, lo determinan a su conveniencia, sin importar la importancia que tienen las elecciones.

Sería más conveniente que la Auditoria Superior, que no tiene un titular definitivo porque no se ponen de acuerdo los diputados -que nos cuestan 400 millones de pesos anuales- y no pueden nombrar un auditor que esté trabajando en el órgano electoral, que no permita los abusos frecuentes de los consejeros y dé certeza a la elección con todos los recursos que ésta necesita. ¿Es tan difícil llegar a un acuerdo?; la verdad es que no tienen idea lo que es la política ni de un lado ni del otro. Es pura estupidez. Pobre Morelos, ¿no cree usted?

Por Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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