En el desorden que priva en el estado, que nos ha puesto en el tercer lugar de infectados de covid-19 en el país, las cosas se ponen cada vez más difíciles y el desorden permea en todos sentidos. Por lo pronto, los alcaldes quieren ley seca; el problema es que a estas alturas el contagio ya se hizo y ya no hay para atrás, y empezará a salir el mayor número de enfermos, los que podrán contagiar a más. Y sienten los brillantes presidentes municipales que poniendo ley seca podrían parar el contacto, cuando esa medida debería de haberse tomado hace más de un mes. Pero mire la nota que es realmente patética: “Debido a la aceleración de contagios de covid-19 en Morelos, los alcaldes pidieron al Estado aplicar “Ley Seca” para evitar todo tipo de festejos que pudieran generar la concentración de personas y el consumo de alcohol durante la emergencia sanitaria”. O sea, ahogado el niño, tapar el pozo. Sobre esto, Adrián Cázarez González, alcalde de Zacualpan de Amilpas y Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal del Estado de Morelos (IDEFOMM), dijo que la semana pasada se presentó a la Secretaría de Gobierno el acuerdo de los ediles para prohibir la venta de bebidas alcohólicas en los 36 municipios del estado. Argumentó que la restricción de la venta de alcohol se determinó, principalmente, para mantener la sana distancia y evitar !estas y reuniones que pongan en riesgo a los ciudadanos de contagiarse del virus. Asimismo, dentro del acuerdo que esperan sea publicado en el periódico oficial “Tierra y Libertad”, se solicitará a la Comisión Estatal de Seguridad (CES) implementar a través de la Policía Morelos recorridos para verificar que los establecimientos como tiendas de abarrotes o mini súper no realicen la venta de alcohol. De acuerdo con el edil de Zacualpan de Amilpas existe preocupación en los ediles, debido a que siguen las concentraciones de personas y en algunos municipios la gente no acata las medidas de la jornada de sana distancia. Por ello, explicó, los ediles determinaron solicitar al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo decretar la Ley Seca en lo que dura la contingencia sanitaria. Como podemos ver, son de un brillante impresionante y, además, toman medidas maravillosas como estas: Se informó que dentro de la Junta de Gobierno del Idefomm se acordó que cada edil decidirá el cierre de panteones durante el 10 de mayo, para evitar contagios de covid-19. En el caso de Zacualpan de Amilpas, dijo que abrirán los panteones pero restringirán el ingreso masivo de familiares y no habrá serenatas; también se aplicarán medidas de sana distancia. Mientras que en Cuernavaca estarán abiertos de las 8 a 13 horas, y sólo podrán ingresar dos personas por tumba; en tanto, en Jiutepec se determinó el cierre de los siete panteones para evitar contagios del virus. Como quien dice, solo dos se contarían por familia, al menos en primera instancia. Realmente dan ganas de correr con estas autoridades; con verdadera razón los ciudadanos no sienten respeto por la autoridad. ¿No cree usted? Y al que se le puso color de hormiga es al Alcalde de Cuernavaca a quien, por andar dando declaraciones alegres, los habitantes de la colonia más grande de Cuernavaca, la Antonio Barona, le dicen en mantas y letreros que no es bienvenido debido a sus aseveraciones de que la colonia fue diagnosticada como “zona de alto riesgo de contagio”. Vecinos de ese lugar realizaron ayer una protesta y acusaron a las autoridades municipales de discriminación. Los vecinos llevaban cubrebocas, pero no guardaron la distancia establecida para la fase 3, que es de 2.5 metros entre personas. Los manifestantes exigieron una argumentación técnica en torno a las declaraciones realizadas por las autoridades municipales, que señalaron que el 40 por ciento del territorio está infectado, y exigieron saber quiénes son las personas infectadas. Integrantes del Comité de Participación Social de esa colonia ofrecieron en la explanada de la Plaza de Armas una conferencia de prensa para señalar que, debido a la información proporcionada sobre el grado de contagio, han disminuido sus ventas y sufren discriminación de parte de personas que antes acudían a realizar sus actividades comerciales a la colonia Antonio Barona. Refirieron que, de acuerdo a la Secretaría de Salud estatal, en su colonia hay 10 casos confirmados de coronavirus, de los cuales tres están recuperados, tres en aislamiento y cuatro casos graves, así como cuatro negativos, un sospechoso y cero defunciones, por lo que exigieron a la autoridad municipal explicar en qué se basaron para determinar que la Antonio Barona es zona de riesgo. Tienen razón; a ver quién les explica. ¿No cree usted?

 

TEODORO LAVÍN LEÓN

lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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