Donald Trump le advirtió a nuestro gobierno en volver a castigar a nuestra economía con una frase: “México necesita hacer más en migración”. Esas palabras conllevan el amenazar a nuestro País con subir los aranceles a las exportaciones lo cual crearía un caos financiero en el País, por el hecho de comenzar una guerra económica entre las dos naciones, en la cual, evidentemente, sacaríamos la peor parte.
Todo se daría si no seguimos continuáramos con nuestra política de para el flujo migratorio desde la frontera sur, utilizar la Guardia Nacional para detener a los migrantes centroamericanos, ni usar nuestro territorio como lugar de paso para llegar a la frontera norte y pedir asilo en el País estadunidense.
El Presidente Andrés López Obrador se niega a aceptar que México sea, como se lo han pedido los estadunidenses, un Tercer País Seguro, ya que al llegar a aceptar ese título implica que la gente que llegara a los Estados Unidos y pidiera asilo se tendría que quedar en México mientras se definiera su petición, ya sea para volverse un asilado o para ser rechazado como tal y en ese caso, nuestro País se debía quedar con dichas personas que buscan refugio o esperar más tiempo dentro del País mientras los estadunidenses decidan que hacr con ellos, si dejarlos esperando en México su última decisión o dejarlos a la deriva. Aquí se les darían papeles de residencia y empleo, además que obtendrían los mismos derechos que los ciudadanos nacionales.
O sea que el haber doblado las manos la primera vez que los gringos amenazaron a  México con subir los aranceles al acero y al aluminio, lo que ya habían hecho con el tomate, fue suficiente para que nos asustáramos e hiciéramos lo que ellos quisieran de nosotros. En aquella ocasión, Donald Trump le tomó la medida a nuestro gobierno y si nos resistíamos a cualquiera de sus órdenes, estábamos expuestos a que subieran los aranceles de las mercaderías de nuestro País y, como ya mejoró el salario mínimo en México, con el alza de los aranceles desde el extranjero, teníamos que elevar nuestros precios y los clientes de Estados Unidos nos compraban, iban a cambiar de proveedores y la incipiente industria mexicana se iría a la quiebra, junto con las inversiones extranjeras.
A todo esto habrá que sumarle el riesgo que correrían los desplazados, el tremendo desempleo que lastimaría al equilibrio que con alfileres, apenas tiene el País.
El Senado de la República ha dejado bastante claro que aunque parte de los tratados verbales entre el Secretario de Relaciones exteriores, Marcelo Ebrard y los enviados de Trump: Pence, Pompeo y la plana mayor del gobierno gringo (el único que faltó fue su nombrado presidente), que ni el Senado ni la Cámara de Diputados, aceptarán que México se vuelva un tercer país seguro (aunque de hecho ya lo ha estado siendo por debajo del agua, al haber sacado del País al 56 por ciento de los migrantes que iban camino a la frontera de los Estados Unidos). Por eso Trump ya le bajó a los insultos y malos tratos contra los mexicanos.    
De todas formas en el 2020 México va a ser la comidilla de Trump con eso de las elecciones, donde sólo se toma en cuenta a los belicistas. Estos acaban de enviar a Pompeo para hacernos creer que va a haber control de armas, (no sin tener que aguantar el descontento de la Asociación Nacional del Rifle, que controla la ventas de las armas gringas), sin decir cómo le van a hacer con el contrabando que pasa por la frontera, ya que todo el armamento es ilegal y ambas partes nada más le están haciendo de cuento.
En primera, porque todo es de palabra y no hay ningún tratado por escrito. Y aunque lo hubiera, Trump “se lo pasaría por el arco del triunfo”. En segunda, quien tiene que controlar la entrada de armas a través de cualquier parte de las fronteras de nuestro País, es el gobierno de México, de la misma manera que en las aduanas de ellos nos desnudan para que no pase ni un alfiler a través de sus filtros aduanales.
De todas maneras las armas pasan por túneles, como el que se acaba de encontrar en la frontera de cientos de metros de longitud, por los cuales se envía la droga a EEUU, ya que el 70 por ciento de las armas que entran a México provienen de Estados Unidos y túneles de ese tipo los hay por docenas en toda la frontera norte.
O también por los mismos lugares por donde llega la droga de Suramérica o de México, la que a pesar de todos sus filtros, llega fácilmente a su destino y que los únicos que no sabemos nada somos los mexicanos que creemos lo que dicen las series televisivas; que los mexicanos somos los narcos y que ellos son las víctimas, así como que no existen cárteles gringos ni bandas repartidoras de la droga, en un país donde más de la mitad de la población es adicta. ¿O a cuantos narcotraficantes estadunidenses han encarcelado, hecho tanta publicidad como la que le hicieron al Chapo Guzmán? ¿O la mafia gringa dejaría ese jugoso negocio sólo en manos de los mexicanos como dice Trump que sí?
El gobierno de Estados Unidos no va a permitir que se suspenda la venta de armas en su País, ya sea para el hogar, para otro país o para un edificio frente a la Casa Blanca, porque el comprarlas está permitido por sus leyes.
Espero que los de la oposición al gobierno de México se den cuenta de que si no hay unión los vendedores de armas nos van a poner a pelear entre hermanos, pues ya los de la CIA, los del FBI y los de la DEA que se la viven en México, van a alentar a los de derecha, a los de izquierda y a los sin partido, nos van a poner a empezar manifestaciones contra lo que sea, a romper cristales, pelear contra la Guardia Nacional y a enfrentarnos entre sí y después de estar dentro de una crisis profunda, nos van a venir a salvar con su “democracia”.
Que no vayamos a herir o a matar a algún estadunidense porque nos mandan a sus “marines” a quienes vamos a correr del País como siempre lo hemos hecho. Ya que de que vamos a defender nuestra soberanía no hay duda, pero si no estamos unidos va a correr mucha de nuestra propia sangre. Los gringos sólo quieren hacer negocio y ganar las próximas elecciones de su País y evitarse una recesión que no tarda en llegarles.
Esto se puede evitar, si nos unimos como mexicanos, a través de nuestra propia identidad, estar conscientes del peligro que corre nuestra patria si nos dejamos llevar por la ira y la desesperación de nuestro enojo, en lugar de caminar hombro con hombro para no ser llevados por intereses ajenas a nuestra mexicanidad.

Va de cuento
Rafael Benabib
rafaelbenabib@hotmail.com

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