La Confederación Patronal de la República Méxicana (Coparmex) pretende hacer, según su presidente nacional, “un Proyecto de Nación a Largo Plazo” que compita con el proyecto del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, buscando miles de líderes en el País para que ante las elecciones intermedias de este 2021 y en el futuro, formen parte del trabajo cívico o se integren a la vida política.
La Coparmex está impulsando a su dirigente a la formación de un plan denominado “Alternativa por México”, el cual no es más que otro de los cientos de membretes que todo lo que buscan es un puesto en la política nacional. El dirigente Gustavo de Hoyos ya aceptó que quisiera ser jefe de este grupo porque desea ser presidente de la república, según dos medios escritos: La revista Proceso y el diario El Financiero.
Continua diciendo que con el apoyo de la Escuela Logística de Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, a través de su escuela de Ciencias Sociales y gobierno que dirige Alejandro Poiré, quien fuera el secretario de gobernación en tiempos del presidente Felipe Calderón, se propone reclutar a 6 mil 600 ciudadanos de los que surjan al menos mil 320 líderes que, tras ser seleccionados y capacitados se conviertan en 100 líderes quienes serán “agentes ciudadanos del cambio”.
Entre los instructores definidos en el plan Coparmex y también del ITESM, (Porque hábilmente dicho señor de la Coparmex ya embarró al Tecnológico en una campaña política, antigubernamental y que va contra toda norma de entretejer a la política con la educación. Porque ahora entre De Hoyos y Poiré ya convirtieron a todos los planteles del Tecnológico en un solo partido político, evidentemente de derecha y contra el gobierno establecido.
En un documento de 39 hojas de la Coparmex-ITESM se enlistan no sólo al propio Poiré, sino al ex Secretario de Hacienda del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Carlos Ursúa, al diplomático Miguel Ruíz Cabañas, al exfuncionario de Pemex Carlos Elizondo Mayer-Serra, al analista Jesús Silva Hersog-Márquez y al consejero electoral Arturo Sánchez Gutiérrez.
Se prevé realizar foros de reclutamiento en 22 estados del País, el primero de los cuales se tiene previsto iniciar el 15 de agosto en Saltillo Coahuila, todos bajo la dirección de los centros empresariales locales y utilizando su propia estructura.
El “objetivo general” del proyecto es “construir una propuesta alternativa para el futuro de México, en la que a través de líderes capaces y con un compromiso de largo plazo se dirija al País en su pleno desarrollo, defendiendo la libertad, la democracia, el estado de derecho, la economía de mercado, la globalidad y la responsabilidad social”.
El proyecto lidereado por Gustavo de Hoyos Walter, quien desde el triunfo de Andrés Manuel López Obrador ha recorrido el País en completa secrecía, tiene tres objetivos específicos principales: el primero es desarrollar una estrategia de mapeo, convocatoria y listado de los líderes ciudadanos (patronales) actuales, regionales y locales, cuya convicción sea construir un mejor país.
El segundo es capacitar y formar a los líderes más destacados, regionales y locales, a fin que se conviertan en Agentes Ciudadanos del Cambio (¿?) con las habilidades necesarias para inspirar, dirigir y transformar”.
El tercero es “Acompañar a las ciudadanos del cambio generando un proyecto general donde la ciudadanía, que impulse una agenda pública de mayor incidencia con propuestas alternativas que favorezcan el pleno desarrollo de México.
Los líderes, conforme al plan, deberán surgir de la comunidad empresarial y sindical (¿Blancos?), entre emprendedores y profesionistas, estudiantes universitarios, así como “comunicadores e influencers” “que cuenten con un liderazgo probado con servicio de servicio y con la convicción de construir un mejor país desde la trinchera en las que les toque participar”.
El documento habla de la participación de las comunidades empresariales, pero en ningún momento se refiere al trabajador, a los ciudadanos oriundos de los pueblos originarios a quienes los de la Coparmex llaman despectivamente “Indios”, al obrero que se supone trabaja en sus empresas, al pequeño comerciante, a las amas de casa, a los estudiantes de escuelas públicas, a los trabajadores asalariados de todo el País, a los trabajadores que están inscritos en los centros de salud como el Instituto del Seguro Social (IMSS), ni a los trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Tampoco están tomados en cuenta los lustradores de calzado, los músicos, los artistas, los que trabajan en centros culturales, etcétera y mucho menos a los millones de vendedores ambulantes que existen por todo el territorio mexicano, a los artesanos, a los campesinos y a los millones de mexicanos que no son integrantes de alguna organización patronal que es el resto de la población.
Ni siquiera un sexenio tan abyecto como el del pasado reciente era tan furibundo atacante de la clase social que no era patronal. Ahora lo que el señor De Hoyos pretende hacer es volver a la peor época del porfiriato, en que muy pocos mexicanos tenían derechos, servicios sociales, calidad de ciudadanos y los demás eran peones y súbditos de la clase patronal, la que rendía pleitesía a sus patrones extranjeros, ya que los de esa clase de mexicanos son realmente sub-patrones.
Este presidente de la Coparmex y ahora el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey se han olvidado que en México, en las pasadas elecciones de 2018 para la presidencia de la República, la decisión de la gran mayoría de los electores del País o sea 33 millones de habitantes, votaron por el Licenciado Andrés Manuel López Obrador para presidente de la república mexicana y por su proyecto de Nación, mientras ellos estaban de vacaciones en Estados Unidos recibiendo órdenes de sus verdaderos patrones.
Lo que este movimiento, que inventó la Coparmex junto con el ITESM, va a lograr es que los mexicanos nos empecemos a dividir y a pelear entre patrones y la demás ciudadanía, pues ese es el estilo del neoliberalismo gringo: venderles armas a un bando y a otro para que nos matemos entre sí, como lo han hecho por todo el mundo. ¿O será que la clase patronal en boca del dirigente de un organismo llamado Coparmex, busca que en México tengamos una nueva revolución en la cual se perderán más de 120 millones de vidas, que es el diez por ciento de lo que se perdió durante la revolución mexicana de 1910. Que de 15 millones murieron uno y medio?
Por cierto que el mentado señor Gustavo de Hoyos, actual presidente de la Coparmex pero no por mucho tiempo ya que se termina su período como presiente de ese organismo en diciembre del 2019 y le va a dejar el paquetito al próximo; a Alejandro Poiré, al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, a los estudiantes del mencionado ITESM, a sus posibles seguidores y a los que se organicen durante estos  siguientes cuatro meses ¿O ya compró las armas de contrabando y así repartírselas a los que dejó embarrados en su brillante “proyecto de nación a manos de los patrones”?  

Va de cuento
Rafael Benabib
rafaelbenabib@hotmail.com

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