tío muerto

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Peadar Doyle, de 66 años, apareció en la oficina de correos de Carlow, Irlanda, para retirar el dinero de su pensión el 21 de enero. Iba a acompañado de su sobrino, Declan Haughney. Sin embargo, el personal de la oficina notó que algo andaba mal: el señor Doyle no caminaba por su cuenta ni mostraba alguna señal de vida. Estaba muerto.

Su cuerpo se había desplomado. Por lo tanto, contactaron a la Policía para realizar el levantamiento y esclarecer las causas de su deceso.