CUAUTLA, MORELOS.- Tres meses, como máximo, necesitan los pastores de la iglesia cristiana “La Vid” de Cuautla, para estafar en el nombre del Supremo a gente que busca una mejor calidad de vida a través de un empleo.

La supuesta entrega de plazas de trabajo en Pemex o concesiones de gobierno para prestar algún servicio como el de recolección de basura es otra modalidad que opera el grupo comandado por Vicente, Evelia (“Bella”) y su operadora financiera de nombre Lesem.

La mecánica del fraude requiere reunir células de alrededor de 15 incautos que se dejan llevar por la promesa de trabajo o negocio, de lo que no dudan porque todo está avalado por pastores religiosos supuestamente honorables.

Al mismo tiempo que conforman una célula, en otro lugar reclutan más personas, en tantas células como sea posible y en todos los casos con el mismo esquema: se dice que el señor “Roberto” tiene todos los “amarres” para conseguir lo que necesite.

“Roberto” es un hombre robusto, con acento español, de buen vestir, que usa camionetas lujosas y equipo de seguridad, según descripción de quienes han tenido la desgracias de confiar en sus influencias.

Para conseguir los lugares en Pemex o concesiones en los gobiernos, los aspirantes tienen que hacer entregas parciales de dinero, sin que pase de tres meses, porque de contrario se pierde la oportunidad porque otros quieren esos lugares, les advierten.

Una de las casas para entregar el dinero ha sido en la colonia Revolución, de Cuautla, en donde se han presentado problemas, por los reclamos de incumplimiento, como una que incluso llegó a los recordatorios maternos al pastor Vicente y amenaza de golpes.

Acorralado por los inconformes no sólo ovejas de su rebaño de “La Vid”, en una ocasión Vicente, que es socio de lotes de autos, inmobiliarias y dueño de varias casas, estuvo a punto del linchamiento.

En aquella ocasión tuvo que llamar por celular al señor “Roberto”, a quien puso en altavoz para explicar a todos que si no había llegado a la reunión era porque le habían balaceado a su hijo y estaba en el hospital.

Se acordó una nueva reunión, pero nunca se consumó, porque de los pastores y del tal “Roberto” no se supo más, ni de los cerca de 50 mil pesos de cada uno de los incautos que esperaban la plaza en Pemex o una concesión para trabajarle a algún gobierno.

Todo lo anterior es motivo de una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Morelos, que fue ratificada y está en fase de investigación de la Policía de Investigación Criminal.

Por STAFF DDM  / local@diariodemorelos.com

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