Cuernavaca, Morelos.- La pandemia ha afectado de manera importante la salud mental y aceleró la presencia de una sociedad que tiene una brecha importante de atención, en la cual aproximadamente el 75% de las personas que enferman en el rubro mental no reciben tratamiento, señaló María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Eso nos lleva a reflexionar qué podemos hacer con los determinantes sociales que afectan la salud mental, con el sistema de salud y las intervenciones en la comunidad para afrontar el futuro, abundó la también integrante de El Colegio Nacional.

Al participar en la conferencia “Importancia de la salud mental durante la pandemia”, organizada por la Facultad de Medicina, la experta aseguró que 30 por ciento de la sociedad en algún momento de su vida presenta un trastorno. Si no hay atención médica, el costo social es elevado y el impacto sobre el Producto Interno Bruto resulta importante, ya que se trunca la educación, se presenta desempleo, ausentismo por enfermedad o pérdida de productividad, por ejemplo.

De igual forma, las personas con enfermedades mentales graves fallecen de 15 a 20 años más jóvenes que la población general, añadió María Elena Medina-Mora.

Comentó que al concluir la pandemia se enfrentará un triple reto: desesperanza, pobreza y violencia, cuya combinación reta la capacidad para atender esos padecimientos

Para enfrentar la situación actual, consideró Medina-Mora, hay que prevenir el aumento de la proporción de quienes desarrollan trastornos, proteger a quienes los tienen e implementar intervenciones de salud pública que permitan cuidar a los profesionales de la salud y a los cuidadores de los enfermos. 

Efectos

Se ha aprendido que quienes sobreviven a la COVID-19 tienen diferentes manifestaciones: algunas presentan delirios, psicosis y trastornos neuropsiquiátricos graves

Una persona que tiene insuficiencia respiratoria después de haber sido intubada tiene una puntuación de cognición menor que la media de la población, parecido a un Alzheimer leve. 

Otros síntomas como dolores de cabeza, alteración de conciencia, convulsiones, ausencia de olfato y gusto, son comunes en etapas de la enfermedad. 

De los 12 a los 17 años se presenta la mayor prevalencia de trastornos de ansiedad y conducta disruptiva (comportamiento de tipo antisocial); son el segundo lugar en el aumento de consumo de drogas, y la prevalencia de trastornos mentales ha aumentado de 18 a 26 años.

Observan. Es necesario prevenir el aumento de personas con trastornos y proteger a quienes ya los tienen: Ma. Elena Medina.

Por: Redacción Ddm / local@diariodemorelos.com

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