Después de más de cinco años de lucha por justicia, este 30 de abril del 2025 se dictó sentencia contra Mario “N” y Giovana “N”, declarados culpables del secuestro agravado y feminicidio de Fátima Antón, una niña de 7 años que fue sustraída de su escuela y asesinada en 2020.
Fátima desapareció en la alcaldía Xochimilco. Su caso causó una profunda indignación en todo el país, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por la evidente negligencia de autoridades que no lograron protegerla a tiempo.
Durante este largo proceso, fue su tía, Sonia López, quien nunca dejó de exigir justicia. Ella enfrentó trabas legales, demoras injustificadas y un proceso que incluso tuvo que repetirse, luego de que la primera jueza abandonara el caso por motivos de incapacidad.
Finalmente, el pasado 23 de abril del 2025, ambos acusados fueron hallados culpables. Y este miércoles, un tribunal les impuso una sentencia de 170 años de prisión, una condena que representa un acto de justicia tardía pero firme.
El caso de Fátima dejó huella en la memoria colectiva y se convirtió en símbolo del reclamo por una niñez libre de violencia y un sistema de justicia que no falle cuando más se le necesita.