Profundamente creyente, pertenece a un grupo de misioneros Laicos, de la Congregación de los Hermanos del Sagrado Corazón de Jesús; es licenciado en Derecho, encargado durante seis años de una notaría, abogado litigante  y ampliamente conocedor del funcionamiento de las notarías, hombre altruista y gran amigo, es el licenciado René Rodríguez Ortega.
De una familia de trabajo en la Ciudad de México, de restauranteros, peleteros y dueños de varias carnicerías, su papá, don Juan Rodríguez Maya, en 1974 fundó uno de los restaurantes en Cuernavaca de comida mexicana, que se llamaba Restaurante “los Rodríguez”. Durante poco tiempo recibió la ayuda de la esposa, ya que procrearon 19 hijos a los que doña Abigail Ortega Camacho tuvo que funcionar como ama de casa.
René nació en Jurécuaro, Guanajuato el 24 de julio de 1971. Toda la familia llegó a Cuernavaca en 1974, al cumplir los 3 años, siendo el penúltimo de los hijos. Estudió la primaria en la escuela Estanislao Rojas Zúñiga, la secundaria federal No. 6, Oscar Sánchez Sánchez y la prepa en la Bernabé L. de Elias y en la Universidad del Valle de México. Mientras era estudiante tomó unos cursos de informática para principiantes y aficionados, donde ganó uno de los principales concursos de su clase. Ahí le dieron la acreditación del lenguaje adicional por lo que escogió el idioma Inglés. Se tituló en 1995 en la UVM con honores, con la tesis “De la Requisa en Materia de Huelga y de la modificación del Artículo 112 de la Ley de Vías de Comunicación y Transportes”. Hizo su servicio social en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
desde entonces su hogar siempre ha sido Cuernavaca.
Trabajó durante 20 años en la Notaria Pública #68 del Licenciado Soberón Alonso, donde fue abogado y administrador de la misma. René la dirigió durante los últimos siete años, antes de que fuese entregada y el notario Soberón Alonso al cumplir 83 años de edad, aunque la Ley de Notariados dice que se puede pedir por parte del gobierno, con el Colegio de Notarios, después de los 72 años, si faltara a sus funciones o faltase a su investidura de ser Fedatario Público y así, el Licenciado Soberón dejó la notaría.
Nos habla emocionado de como el trabajo dio el brinco revolucionario del informe en papel a la cibertecnología. Y así, se perdió el contacto humano con el Servidor Público, con la gestoría en la relación entre el abogado y el trabajador de una dependencia y todo tipo de relación personal. “Pero ese es el costo de usar esta nueva tecnología sin tener contacto físico u oral como lo hacemos personalmente usted y yo”, nos contesta.
Saliendo de la universidad trabajó en el despacho de la firma “De Cervantes y Palomin” durante cuatro años. Fernando de Cervantes y el notario Soberón Alonso eran primos hermanos y tenían su bufete en el mismo edificio en Polanco.
En una ocasión tuvo que hacer unos trámites en la notaría, ahí se relacionó con el personal de la misma y directamente con el notario que le ofreció trabajar dentro del despacho y así fue su relación laborar con Cervantes Palomin y a la vez con el notario Soberón Alonso. Por lo que tuvo dos oficinas y dos equipos de trabajo durante dos años y en total laboró 20 años en la notaría.
Después de seis años, en 1993 el licenciado Cervantes Palomin se retiró de su despacho, el cual le quedó a René, donde también litigaba hasta el 2013.
Tenía 15 años cuando murió su padre, con quien llevaba una buena relación. A su padre le gustaba fumar y René le prendía de vez en cuanto sus cigarros, pero él jamás ha fumado ni tampoco ha sido aficionado a la bebida. Nos cuenta que hace un año le tomaron unas radiografías del pulmón y el médico encontró pequeñas manchas de tabaco en la pleura y ante la aclaración de René de nunca haber fumado, el doctor lo calmó diciendo que el tabaco deja su secuela aunque se haya aspirado durante el tiempo en que le prendió los cigarrillos a su padre.
Aunque sabe de los buenos vinos y de vez en cuando los degusta, nos comenzó a platicar sobre los varios tipos de uvas, sabores, marcas y de sus vinos de preferencia, pero interrumpió el tema para hablar de su relación con su mamá, de quien dijo que fue su amiga, su cómplice y la más linda de las madres que jamás han existido, dice emocionado.
El mejor viaje a Europa que ha hecho, fue en el año 2000 con su mamá. Los otros tres que ha hecho a Europa han sido muy interesantes pero no tan fabuloso como el que hizo con su mamá. Ese fue el año del Jubileo y le dio a su madre el mayor de los gustos. Visitaron el Vaticano y al museo de toda Europa que es la Ciudad de Roma.
Fueron a La Toscana y al pueblo de San Francisco de Asís donde está sepultado este santo. Estuvieron dos días en Venecia, en la hermosa Florencia con su David de Miguel Ángel, la casa de los Uffici y el Puente de los Suspiros sobre el Río Arno. También fueron a Verona frente al balcón donde se inspiró el gran escritor, poeta y dramaturgo Sir William Shakespeare para escribir su famosa novela de Romeo y Julieta; los asombró el Duomo de Milano en la ciudad del mismo nombre. También estuvieron en Capri, Anacapri, Palermo, Sorrento y Piamonte, siempre viajaron aprovechando cada sitio llenos de alegría.
En el plano espiritual nos cuenta que desde hace cuatro años pertenece a un grupo misionero laico de la Congregación de los Hermanos del Sagrado Corazón de Jesús. La orden religiosa tiene su casa madre en la Ciudad de México, quienes tienen a su cargo varias escuelas en seis estados de la república. Existe un Consejo Coordinador de los misioneros laicos, donde René es vocal de la mesa directiva del mismo Consejo.
Este Consejo abarca: México, Centroamerica y Estado Unidos. Nos dice que los miembros de este Consejo Coordinador, participan en encuentros, congresos y retiros que se llevan a cabo en los colegios.
El 22, 23 y 24 de febrero del próximo año, se llevará a cabo, El Congreso Anual de los Misioneros Laicos del Sagrado Corazón de Jesús en su Casa General de la Ciudad de México, donde asistirán más de 350 personas, incluyendo Misioneros Laicos y algunas religiosas que organizarán el evento.
Actualmente René tiene su despacho de abogados litigantes en la colonia Acapatzingo a sólo unos pasos de su casa y su especialidad como Licenciado en Derecho es la defensa de asuntos laborales, de índole familiar y civil.
Con 48 años de vivir en Cuernavaca, ha viajado por toda Europa y por el Estado de Morelos, ha cursado estudios en las mejores instituciones del País, siempre ha sido un fervoroso creyente y un hombre de una rectitud intachable digna de aplauso.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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