Las aeronaves provenían de Colombia, Venezuela y Bolivia.
Según informes de la Sedena, Quintana Roo, Campeche y Chiapas forman parte de esta ruta, ya que se han detectado alertamientos aéreos y vuelos ilícitos con la intención de introducir drogas al país.
De diciembre de 2018 a octubre de 2022, se han tenido 417 vuelos ilícitos y 112 ingresos a México. En 2019, se registraron 162 vuelos ilícitos y 34 ingresos a México; en 2020; se detectaron 101 vuelos ilícitos y 27 ingresos al país; en 2021 se ubicaron 118 muelas y ilícitos y 33 ingresos a México; mientras que en 2022 se han registrado 38 vuelos ilícitos y 19 ingresos al territorio nacional.
Con el Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA), la Sedena alerta a las Fuerzas de Reacción Helitransportadas y Terrestres de los Mandos Territoriales del Ejército Mexicano, para iniciar los operativos de seguridad y aseguramientos.
Las narcoavionetas proceden principalmente de Colombia, Venezuela y Bolivia, están ligadas al Cártel de los Soles que tiene alianzas con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en México.
Aviones Embraer EMB-145 y helicópteros UH-60 son algunas de las aeronaves que utiliza la Sedena para dar seguimiento a la aeronave no identificada.
El pasado 8 de octubre, con la participación de los integrantes de la Conferencia de Interoperabilidad Regional entre Países Latinoamericanos y del Caribe en Materia de Vigilancia y Seguridad del Espacio Aéreo; la Fuerza Aérea Mexicana aseguró una avioneta procedente de Sudamérica con 341 .3 kilos de cocaína, luego de aterrizar en una pista clandestina en Tres Picos, Chiapas.