San Antonio, Texas.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que no asistirá a la 9ª Cumbre de las Américas, que se realizará en Los Ángeles, California, del 6 al 10 de junio, si el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden no invita a todos los gobernantes americanos.

Lo paradójico del caso es que AMLO, que presume de ser el gran defensor de la democracia de México y el mundo y quisiera ser recordado como un nuevo Apóstol de la Democracia, al mismo tiempo protege los intereses de tres dictadores de izquierda que día tras día se burlan de los principios democráticos que supuestamente guían al gobierno de la 4T.

Sobre el dictador en turno de Cuba, Miguel Díaz-Canel, AMLO dijo hace una semana que “es un hombre íntegro, una persona con principios, una gente honesta”.
Para él es una buena persona quien, de acuerdo con diversos reportes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, incluida la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, preside un gobierno que en 2021 continuó “reprimiendo y castigando prácticamente cualquier forma de disenso y crítica pública” y que “respondió con una represión brutal en julio del año pasado”, cuando “miles de cubanos salieron a las calles para participar en manifestaciones históricas en protesta por las restricciones de larga data a los derechos en el país, la escasez de comida y medicamentos y la respuesta del gobierno ante la pandemia de Covid-19” (Human Rights Watch, Informe Mundial 2022, Cuba Eventos de 2021).

Para justificar la presencia del dictador venezolano a su toma de posesión, el 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel dijo que: “Somos amigos de todos los pueblos y de todos los gobiernos del mundo”.

Pero, ¿puede ser él amigo de un represor que es presidente de su país gracias a un inmenso fraude electoral como el que supuestamente se realizó en 2006 para favorecer a Felipe Calderón?
Sobre Venezuela, el Informe Mundial 2022 de Human Rights Watch anota: “El gobierno de Nicolás Maduro y sus fuerzas de seguridad son responsables de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de corta duración y han encarcelado a opositores, juzgado a civiles en tribunales militares, torturado a detenidos y reprimido a manifestantes (…) La falta de independencia judicial ha facilitado que estos delitos queden impunes. Las autoridades judiciales han participado o sido cómplices de los abusos”.
En lo que a Nicaragua se refiere, AMLO pidió que su gobierno respete los derechos humanos, lo que le valió que el hijo del dictador lo llamara cobarde. El citado Informe de Human Rights Watch señala que “Desde que asumió en 2007, el gobierno del presidente Daniel Ortega ha desmantelado prácticamente todos los controles institucionales al poder presidencial (…) las autoridades detuvieron y procesaron arbitrariamente a críticos del gobierno y opositores, incluidos candidatos presidenciales, periodistas, abogados, representantes campesinos, empresarios y líderes estudiantiles. Siguen impunes los abusos policiales cometidos durante la feroz represión de 2018 (…) son las severas restricciones a la libertad de expresión y de asociación…”.
Este es el trío dictatorial que AMLO apoya. ¿Por qué, si él es el gran demócrata?

Por: Eduardo Ruiz-Healy / ruizhealytimes.com

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