La semana pasada el Banco Mundial difundió su reporte titulado Global Economic Prospects (Perspectivas Económicas Mundiales), en el cual sus expertos presentan sus pronósticos para 2023 y 2024, los cuales distan de ser optimistas. Recomiendo su lectura y análisis para entender mejor lo que le depara el futuro al mundo, a México y a cada uno de nosotros. Puede leerse en www.bancomundial.org/ es/publication/globaleconomic-prospects.

En su prefacio, el reporte asegura que el mundo enfrenta un sombrío futuro inmediato porque “La crisis que enfrenta el desarrollo se está intensificando. Nuestras últimas previsiones indican una desaceleración aguda y duradera, con el crecimiento mundial disminuyendo a 1.7% en 2023 (…) El deterioro es generalizado: en prácticamente todas las regiones del mundo, el crecimiento de los ingresos per cápita será más lento de lo que fue durante la década anterior al COVID-19 (…) a finales de 2024 los niveles del PIB en los mercados emergentes y economías en desarrollo estarán alrededor de 6% por debajo de los esperados antes de la pandemia. Además, los niveles medios de ingresos están erosionándose significativamente – por la inflación, la depreciación de las monedas y falta de inversión en las personas y el sector privado”.

Y si la perspectiva mundial para este año es sombría, también lo es para nuestro país, ya que el Banco Mundial “proyecta que la economía de México crecerá 0.9% en 2023: un punto porcentual por debajo de nuestra previsión de junio pasado, tras un crecimiento de 2.6% en 2022. Se espera que la expansión continúe nuevamente en 2024, con un crecimiento del 2.3%. La demanda interna de servicios debería seguir recuperándose gradualmente en 2023, pero una recuperación marcadamente más débil de Estados Unidos probablemente reducirá el crecimiento de las exportaciones y las remesas entrantes. En vista de las obstinadas presiones sobre los precios –la inflación subyacente se encuentra en su nivel más alto en más de dos décadas– se prevé que la política monetaria se mantenga ajustada, con la política de tasas en dos dígitos durante algún tiempo. Se espera que las condiciones monetarias más restrictivas pesen sobre los componentes cíclicos del crecimiento, con la inversión estancándose por debajo de su nivel de 2019 a lo largo del período de pronóstico. Se espera que el crecimiento del consumo y las exportaciones repunte en 2024, conforme disminuya la inflación y mejoren las condiciones externas”.

El crecimiento del PIB de 0.9% para 2023 pronosticado por el Banco Mundial es similar al 0.92% que en promedio estimaron los especialistas consultados en diciembre pasado por el Banco de México e infinitamente inferior al 3.0% que proyectó la Secretaría de Hacienda para el cálculo de los ingresos y el presupuesto de egresos de la federación para este año.

Con base en ese 3.0% el gobierno federal espera obtener ingresos tributarios de más de 4.6 billones de pesos en 2023. De estar equivocado el cálculo, es muy probable que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no contará con los recursos necesarios para cumplir con sus objetivos de inversión y gasto este año, lo cual afectará de alguna manera los resultados electorales de 2023 y 2024.

Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.

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