Un buen día, cuentan que por ahí había un “gallego” que presumía de su dominio del idioma inglés. No faltó quien quisiera cerciorase de su dicho, de modo que le hizo una pregunta: “A ver ¿Qué quiere decir close the door?”... “clos te dor, clos te dor”, repetía el gallego… “hombre, que lo tengo en la punta de la lengua” …. Ya desesperado su amigo le dijo, “qué vas a saber inglés… quiere decir ¡Cierra la puerta!”
Hacedme otra pregunta, venga, que yo sí sé inglés. “Está bien”, contestó el amigo: “¿Qué quiere decir open the door?”... “mmmm, open te dor, open te dor” repetía el gallego… “que sí lo sé” …. “qué vas a saber… quiere decir ¡Abre la puerta!”. “¡No sabes inglés y punto!”.
“Una más, una más por favor, que esta vez sí que te la respondo”, lo retó el gallego. Está bien ¿Qué quiere decir good morning?... “Pues ¡Déjala emparejada!”, afirmó sin titubear el gallego.
Esta coloquial historia viene a cuento porque en mi pasada colaboración periodística les comenté que, a partir del próximo 24 de julio, día en que arrancará el Torneo de Apertura 2020 en el balompié mexicano, se seguirá utilizando el VAR.
La duda entre continuar utilizándolo o no, obedecía a la posibilidad de que los encargados de impartir justicia, desde el camioncito, no podrían guardar la sana distancia para evitar contagiarse de Covid-19. Sin embargo, todo parece indicar que se tomarán las medidas necesarias para que esto no suceda.
El ejemplo por seguir al respecto lo puso ya la Real Federación Española de Futbol, por lo que lo lógico sería que en la Liga Mx, se siguiera el mismo protocolo.
El que lleva la voz cantante en el “camioncito” se le conoce como “el VAR”, cuenta con un asistente “el AVAR” y son auxiliados por un operador de la consola quien les pasa los videos solicitados. Pues los tres, serán sometidos a pruebas serológicas para confirmar que no son portadores de virus.
Se sanitizará la unidad antes y después del partido. Se les tomará la temperatura a los participantes previo al ingreso. El uso de gel, cubrebocas y guantes será indispensable. Además, se colocarán acrílicos que separen “sanamente” a cada uno de los implicados.
Y, como el gallego que les platiqué, en la medida de lo posible, para que circule el aire y minimice los contagios, la puerta… la dejarán emparejada.
Por: Eduardo Brizio / ebrizio@hotmail.com