Durante toda la semana, los hombres de negro mexicanos estuvieron de manteles largos con la visita de dos de los mejores instructores de reglas de juego que existen en el mundo entero.
Se trató del ex silbante suizo Massimo Busacca quien es el jefe del departamento de arbitraje de la FIFA y del uruguayo Jorge Larrionda que cuenta con un palmarés impresionante al haber dirigido cinco finales de Copa Libertadores; así como, participado en Copas del Mundo, Juegos Olímpicos, Copa Confederaciones y Copa América.
Al principio del curso, el diablo metió la cola; en virtud de que, a Massimo Busacca le cayó mal algo que comió en el avión, lo que le obligó a estar hospitalizado durante un par de días en absoluto reposo, para rehidratarse y reponerse para estar al 100 %.
Dicho inconveniente trajo como consecuencia que el peso absoluto de la instrucción recayera sobre Jorge Larrionda quien, como los toreros caros, sin verse la ropa después de un percance, saltó al ruedo con pasión y entrega para compartir sus experiencias con los colegiados aztecas.
Afortunadamente, Busacca se recuperó y entró al quite durante los dos últimos días del seminario, para darle lustre y elevar el nivel de la enseñanza; toda vez que, se complementaron a la perfección: el uruguayo un poco más técnico, haciendo hincapié en la correcta aplicación de la ley y el suizo más cargado hacia el punto de vista filosófico del reglamento.
La buena noticia es que, al parecer, no existió mucha discrepancia en los criterios que ha venido manejando la H. Comisión de Árbitros en nuestro país respecto a la aplicación de la nueva regla, lo que ayudó a unificar los procedimientos.
El tono que se le impuso al curso tenía como principal objetivo, antes que explicar “los cómos” de las modificaciones a la regla; entender “los por qué”.
Lo que FIFA busca es evitar al silbante “cazador de faltas” o al que intente buscar minucias en el reglamento, para darle paso a un director del partido, que comprenda el juego y que tome decisiones que beneficien al futbol y al espectáculo.
Por supuesto que también se trabajó extensivamente en el tema del VAR, llegando a la conclusión de que se trata de una valiosa herramienta para ayudar a impartir justicia en nuestro querido deporte, la cual debe de ser utilizada con prudencia; pero, sobre todo con inteligencia.
Ojalá y que nuestros árbitros le hayan sacado el máximo provecho al curso y estén listos para, a partir de hoy en la noche… entregar buenas cuentas.

Eduardo Brizio
ebrizio@hotmail.com

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