HACIA EL reciente fin de semana, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) envió al Congreso de la Unión un total de 487 informes de resultados individuales de auditoría a la cuenta pública del año 2019.
A reserva del análisis sobre lo que tiene que ver con Morelos, de entrada da envidia ver que aún con retraso en su tarea, al Auditoría federal informa algo de lo sucedido el año pasado; por acá es otra cosa.
Nuestra Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF), cuyo título es inversamente proporcional a sus resultados, se debate en la carencia de cabeza porque desde diciembre de 2018 la perdió...
LA ASF debe difundir las auditorías en tres entregas a más tardar en los meses de junio y octubre del año siguiente a la revisión, y la ultima en febrero del año posterior. En este 2020 la pandemia retrasó todo.
En Morelos, para conocer en qué año va la ESAF y los resultados hay que hacer un trabajo más profundo, audaz y azaroso que las aventuras que corrió el recién difunto Sir Sean Connery como James Bond.
Metido el asunto de James Bond, si este personaje se enorgullecía de estar “Al servicio de su majestad”, la auditoría estatal no lo canta pero sí que está al servicio otras majestades, los intereses de los diputados.
EL TEMA llama la atención porque la productividad de la ESAF es más que un simple asunto administrativo, sobre todo si sus resultados son veraces y oportunos, cosa de la que ni con mucho se ha caracterizado.
Revisar el ejercicio del dinero público no sólo aporta elementos para fincar responsabilidades a quienes se manchan las manos, sino que también sirve para un mejor diseño de políticas para el beneficio social.
De tal forma que si la auditoría morelense no tiene cabeza y los pies se mueven lentos y/o hacia otros intereses, su existencia es una muy costosa simulación, no sólo por lo que hace, sino por lo que deja de hacer.
POR CIERTO, se supone que hay nada más ¡29 tiradores! a ser el auditor o auditora superior, que no por ser muchos se habla de que tengan chance; todo depende de la cercanía con “sus majestades”.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1