APENAS PUEDE creerse que han transcurrido más de 100 días de que se registrara oficialmente el primero caso de nuevo coronavirus en la República Mexicana y todavía no hay concordancia oficial sobre su uso.
A nivel federal, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, máxima autoridad nacional en la materia, ha insistido en que el cubrebocas no sirve de mucho para la gente en general; pero en Morelos es valorado.
En la misma dinámica no ha faltado la jornada en que el mismo funcionario federal lo ha lucido en la conferencia vespertina, aunque de forma ocasional; en Morelos es habitual en el secretario Marco Cantú.
DICE LA Organización Mundial de la Salud, la entidad más respetada en esta materia, que “Si está usted sano, solo necesita llevar mascarilla si atiende a alguien en quien se sospeche la infección por el 2019-nCoV”.
También, el doctor López-Gatell dijo que ocho de cada 10 infectados de COVID-19 tienen molestia leve o son asintomáticos, sin embargo el virus está activo en ellos y, por ende, pueden ser agentes de contagio.
Alias, si la recomendación es no usar la mascarilla si se está sano, es muy probable que quien está contagiado pero no manifiesta molestias crea que está bien y no se cubra. O sea ¿para dónde nos hacemos?
A LA luz de la simple exposición de hechos, se infiere que el uso del cubrebocas o mascarilla, con o sin síntomas, puede disminuir en algún grado las probabilidades de contagio, pero no hay consenso nacional.
Si el presidente de la Republica, no por la persona de Andrés Manuel López Obrador sino la figura de máxima autoridad de los mexicanos, menosprecia el cubrebocas, es probable que muchos hagan lo mismo.
Para bien, en Morelos las autoridades emplean el adminículo de forma regular y marcan referente al resto de la población, repetidamente con la aclaración que por sí sólo no basta, sino insisten en la sana distancia.
QUEDA POR destacar, sin embargo, la falta de cabecita de dos-tres que traen la multicitada mascarilla en la bolsa, cubriendo el copete o la frente, deteniéndose al barbilla o el cogote, con la nariz detapada…
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1