¿QUIÉN PUEDE negar que el alumbrado público va de deficiente a malo en varias zonas de las más de 300 colonias de Cuernavaca? El hecho no es nuevo, como tampoco los intentos por resolver el problema.
Ahora que surge uno nuevo, por “idiosincrasia guayaba” no faltan las voces de oposición, con el tallado argumento de que tiene la perversa intención de privatizar ese servicio con un cuantioso daño al erario.
Se entiende la oposición por los mil y un negocios que han hecho autoridades de los tres niveles de gobierno en la prestación de servicios, pero concesionar no es una política necesariamente fraudulenta.
EN EL dilema de “privatizar” o “estatizar” servicios a la población hay una variedad de experiencias, como la de la recolección, traslado y disposición final de residuos sólidos en la misma capital de Morelos.
Años ha, en el trienio panista de Adrián Rivera-Norma Alicia Popoca el manejo de la basura decantó en una severa crisis (artificial, quizá) de montes de bolsas en calles citadinas, estando en calidad de “estatizado”.
Vino la “privatización” en trienio de Jesús Giles (qepd) vía la empresa Pasa y ello mejoró ostensiblemente, pero visto como un negociazo, al siguiente trienio se retomó el servicio y entregó a otros particulares.
EN EL caso preciso de la iluminación en Cuernavaca, propiamente no se ha “privatizado”, pero sí se ha echado mano de la empresa privada para ponerla en servicio a través de luminarias que han salido carísimas.
Es decir, en la ecuación costo-beneficio, lo primero ha sido alto y lo segundo ha sido muy bajo, porque si hubiera un ahorro en costo no se ve, en cambio la iluminación que prestan está en el rango de lo mínimo.
Ante la probabilidad de que entre el capital privado a la instalación y mantenimiento del servicio de nuevas luminarias, se impone no una negativa automática, sino el análisis transparente de lo que vendría.
ALIAS, EL servicio de iluminación pública en manos de la autoridad ha condenado a la ciudadanía a la penumbra en zonas importantes, en manos privadas puede ser mejor, siempre y cuando sea transparente.
Por: E. Zapata / opinion@diariodemorelos.com / Twitter: @ezapata1